Bajo un calor sofocante, la Unión Deportiva Ibiza ha presentado sus bazas para competir a buen nivel durante la temporada. Lo ha hecho esta mañana, en el campo de césped natural de la escuela Cracks, frente al filial del Villarreal Club de Fútbol. El amistoso ha acabado con empate a dos goles.
El duelo ha sido de sensaciones extremas. No solamente por las altas temperaturas (hasta ahora, las pausas para hidratarse a la media hora de cada tiempo no habían sido tan necesarias). También, por el desarrollo del partido. A los dos minutos del pitido inicial, Ángel Rodado –que volvía a vestirse corto después de su lesión– remachaba una jugada trenzada entre Sibo y Fran Carbia. El catalán chutó, la pelota tocó en un rival, Cirio no llegó a rematarla y Rodado, con la caña preparada, encontró el gol.
Al tanto del mallorquín le sucedieron treinta minutos de dominio ibicenco. Los hombres de negro (Javi Lara entre ellos, hoy debutante con la camiseta del Ibiza) tocaban y tocaban la pelota, muy dinámicos, pero no llegaban las ocasiones. El Villarreal B empezó a desperezarse y tuvo algunas ocasiones antes de que Adrián Riera culminara una buena combinación. La precisa definición del atacante murciano (en el minuto 37) colocó unas tablas que desniveló Mukwelle Madzey Akale al filo del descanso. El ‘8’ de los groguets, rapidísimo, se internó en el área ibicenca y cruzó el cuero a la izquierda de Lucas.
Pablo Alfaro movió el banquillo después del descanso y, volvió a hacerlo, cuando se acercaba la media hora del segundo tiempo. Algo antes, en el minuto 64, Raí avisó al Villarreal B con un disparo raso que se perdió no demasiado lejos del palo derecho del meta castellonense. El segundo gol del Ibiza llegaría poco después. Mariano, que acababa de entrar al campo, subió a rematar un córner. Machuca puso la pelota con la rosca y la altura perfectas para que la frente del argentino la enviara a la red con un preciso giro de cabeza.
El empate a dos animó al Ibiza a buscar la victoria, pero el filial no se rindió y estuvo a punto de volver a casa con la satisfacción de haberse impuesto en un encuentro jugado de poder a poder. Jorge Chanza lo evitó. El joven portero había sustituido a Lucas Anacker para disputar el último tramo del partido. El groguet José Castaño disparó desde los once metros. Eligó el lado izquierdo de la portería y hasta allí voló una silueta naranja que impactó contra el balón. La bola salió escupida hacia el lado contrario del área y, mientras Karim despejaba el peligro, el silbato del árbitro decretó el final.
Otra prueba de mucho nivel para un Ibiza que ya piensa en el partido que le medirá contra el Club Deportivo Castellón el próximo domingo.
Pablo Alfaro, entrenador del Ibiza, y Ángel Rodado, goleador contra el Villarreal B, han pasado por la sala de prensa de la escuela Cracks para valorar la actuación de los ibicencos contra el filial ‘groguet’.