A la Unión Deportiva Ibiza le ha tocado hoy correr sobre el césped de Can Misses para completar un exigente test de Cooper. Por un día, el balón ha sido un actor secundario en el entrenamiento celeste. Bajo las órdenes de Álex Prieto, el preparador físico de la primera plantilla, los futbolistas se han esforzado para recorrer la máxima distancia posible durante los doce minutos que dura esta prueba de resistencia.
«Ha sido una buena palicilla. Las pilas que carguemos ahora nos servirán para prevenir lesiones», ha dicho Gonzalo de la Fuente al acabar el entrenamiento. El central burgalés ha atendido a los medios de comunicación tras la comparecencia de Miguel Núñez. «Estas pruebas físicas son una forma de medir nuestro estado y sirven para adaptar las cargas de manera individual», ha explicado el extremeño.
Gonzalo y Núñez también han dicho en la rueda de prensa que les ilusiona empezar su segunda temporada como futbolistas del Ibiza. Ambos han reconocido que aman «la competencia» que suponen las nuevas incorporaciones porque, pese a ser de los veteranos de la plantilla, el trabajo intenso que se está viviendo este verano mejorará aún más su rendimiento.
Esta tarde los jugadores podrán descansar y relajarse. El equipo volverá a ponerse la ropa de entrenamiento mañana en horario vespertino para seguir recorriendo el largo camino de la pretemporada. El 25 de agosto –fecha del debut en Liga contra Las Palmas Atlético en Gran Canaria– todavía queda lejos en el horizonte.