La liga ha acabado y es momento de hacer balance. Repasamos, uno por uno, la temporada de los veintinueve futbolistas que se han puesto la camiseta de la Unión Deportiva Ibiza esta temporada. Las actuaciones individuales son un reflejo del rendimiento colectivo. Ha habido de todo. Desde referentes que han cumplido con creces a cracks que defraudaron sobre el césped. Jóvenes que pueden seguir creciendo la próxima campaña y puntales veteranos que se han ganado el derecho a seguir en el club por su rendimiento. Fichajes de invierno que no han llegado a cuajar y recién llegados que encontraron su sitio y han acabado siendo esenciales en el gran sprint final del cuadro celeste. Todos, en mayor o menor medida, han sido partícipes de la mejor campaña de un club pitiuso en Segunda B. La Unión Deportiva Ibiza ha alcanzado el sexto puesto tras sumar 63 puntos. Tres entrenadores –Ñoño Méndez, Andrés Palop y Pablo Alfaro– se sentaron en el banquillo de Can Misses y, como suele ser habitual, el baile de entrenadores influyó bastante en los minutos y prestaciones de una plantilla que no dejó de generar movimiento durante todo el año.
Gonzalo de la Fuente: káiser dentro y fuera del campo
Su currículo aseguraba compromiso, oficio, clase, garra y mucho liderazgo. Gonzalo no ha defraudado. Semana a semana, el burgalés ha demostrado esas cualidades. Tiene 34 años, pero ha sido titular en 34 partidos y el jugador con más minutos sobre el césped: 3.037. Merecería continuar un año más. La plantilla necesita referentes y el ex jugador de Oviedo, Albacete, Ponferradina o Racing de Santander es un káiser.
Miguel Núñez: imprescindible multiusos
Al extremeño habría que inventarlo si no existiera. No es un virtuoso mediapunta, pero controla, pasa y cambia el juego. No es un perro de presa, pero no da un balón por perdido y puede hacer el trabajo sucio. No es un central ortodoxo, pero se anticipa y seca delanteros cuando se le pide que juegue en la zaga. Y, además, tiene ángel en las jugadas a balón parado. El segundo futbolista más utilizado de la plantilla –2.886 minutos en 34 partidos– ha metido tres goles que siempre han significado puntos para la UD Ibiza. La plantilla celeste necesita de la aportación del pelirrojo para la próxima temporada.
Fran Grima: de menos a más en el carril derecho
De los futbolistas que más han crecido a lo largo de la temporada. Se esperaba mucho de este lateral derecho que había aterrizado en Ibiza con más de doscientos partidos jugados en Segunda B. Despertó dudas de inicio, igual que la mayor parte de la plantilla, pero con la llegada de Palop mejoró su rendimiento. Bajo el mando de Alfaro, Grima se ha demostrado como un carrilero que se asocia en ataque y crea peligro cuando llega al área contraria. Aunque cumplidor en defensa, el carrilero catalán a veces pierde la cabeza cuando la pelota está cerca de su portería. Los despistes y sus 32 años podrían ser un hándicap a la hora de continuar en la UD Ibiza. Sus 2.713 minutos en el campo (ha jugado 32 partidos) son su aval.
Iosu Villar: un luchador que gusta al presidente pero no es titular para el entrenador
Si se le pregunta, Amadeo Salvo no puede ocultar que el vascogallego es uno de sus futbolistas preferidos. El presidente de la UD Ibiza considera que los jugadores que se han criado en el fútbol euskaldun están hechos de una pasta especial. El centrocampista exhibió su mejor rendimiento con Palop como entrenador. Volante tapón fabricado para la brega, Iosu no da un balón por perdido. Sin embargo, el vaivén en el banquillo apagó su buena estrella durante varias jornadas. Alfaro ventiló el doble pivote que formó durante muchas jornadas con Chavero y apostó por darle más protagonismo a Núñez en la medular acompañándolo de futbolistas de toque como Armenteros, Provencio o Perdomo. Iosu, eso sí, no ha bajado los brazos en ningún momento y, cuando ha tenido que jugar, ha dado el callo. Incluso marcó un bonito tanto en la goleada contra el Jumilla. Acaba la temporada como el cuarto hombre con más minutos: 2.512 en 30 partidos. Tiene 32 años y en su continuidad tendrá mucho que ver el valor que le dé Alfaro a la profesionalidad demostrada cuando no le ha tocado jugar.
Ángel Rodado: el niño bonito no tiene miedo
Llegó procedente del Mallorca B con ganas de comerse el mundo y, a la segunda oportunidad que le dieron para jugar de titular, demostró que podía hacerlo. En la jornada 9, Rodado le metió dos goles al Marbella. Acaba el curso con nueve tantos y dando la sensación de que puede crecer mucho más como delantero. Se mueve bastante bien fuera del área y mejor aún dentro. Sus regates de espaldas al balón son ya marca de la casa. Y, además, se entiende a la perfección con Sergio Cirio. Su única tara es que, fruto de la juventud, a veces se pasa de revoluciones (pero Alfaro ha demostrado tener mano izquierda para guiarlo y evitar que se borre de los partidos). Retenerlo es prioritario para el Ibiza. Novias no le faltarán después de los 2.392 minutos que ha jugado durante una liga que empezó con solamente 21 años.
Sergio Cirio: sigue siendo el rey
El noi de Badalona es lo que los americanos conocen como un jugador franquicia. Es el capitán perfecto. Centrado, disciplinado, mordaz a la par que corporativo cuando tiene un micro delante, Cirio se convierte en un diablillo cuando salta al campo. Tiene 34 años pero juega con el espíritu de un futbolista de ventipocos. Ha venido a divertirse y, sobre todo, a golear para ganar. Porque los once tantos de Cirio no han sido fruto del egoísmo para engordar sus estadísticas. Empezó lesionado y se recuperó marcando. En la segunda vuelta ha estado muchas jornadas sin ver puerta. La sequía no le ha impedido trabajar por el bien del equipo. Su tramo final, además, ha sido espectacular. El catalán, trabajador en la presión como pocos, es de los que juegan para ganar. Aún le queda mucho fútbol en las botas (ha jugado 2.330 minutos en 30 partidos esta temporada) y celebrar un ascenso a Segunda A con la UD Ibiza sería una buena guinda para su pintoresca carrera.
Alejandro Chavero: la gran decepción
Venía para ser el escudero perfecto de Sergio Cirio y naufragó sin remedio. Su tanque de gasolina le daba para aguantar sesenta minutos sobre el campo. Cuarenta a buen nivel. La aportación de Chavero al juego nunca rebasó los tres o cuatro pases largos que daba en los primeros compases de los partidos. No llegó a enamorar en los 2.009 minutos que jugó en 26 partidos. Sobrevivió a la criba de Navidad, pero el divorcio con la UD Ibiza –que invirtió 30 mil euros en traerlo del Cartagena pese a sus 34 años– se consumó con el aterrizaje de Pablo Alfaro. Encontró acomodo en el UCAM Murcia, donde tampoco disputará el playoff a Segunda A.
Javi Serra: del estrellato al ostracismo
Pablo Alfaro le ha concedido al castellonense once minutos durante las once jornadas que ha entrenado a la UD Ibiza. Ese triste bagaje pone a Javi Serra con pie y medio fuera del club. Paradójicamente, el extremo derecho ha sido uno de los futbolistas con más minutos, 1.928 repartidos en 27 partidos (23 como titular). Con Andrés Palop lo jugó casi todo y respondió con goles (cuatro). Incisivo en sus entradas por banda, pocas veces dejaba indiferentes a los aficionados. Sin embargo, el crecimiento de Raí le ha alejado totalmente de los focos.
Lucas Annacker: guantes que dan puntos
Empezó como suplente y ha acabado como salvador del equipo en los 20 partidos que ha jugado (1.717 minutos). A lo largo de la temporada, el brasileño se ha hecho con la titularidad bajo palos… dos veces. Primero, en la jornada 15, cuando Palop llevaba ya unas semanas en el banquillo. Los seis goles que le metió el Cartagena a Álex Sánchez condenaron al teórico titular. La llegada de Alfaro volvió a darle una oportunidad al catalán, pero otra derrota contundente –3-1 contra el Marbella– volvió a colocar a Lucas bajo palos. De ahí solamente lo movió una expulsión tempranera contra el Recreativo Granada. Fue su único error en un final de temporada donde ha estado impecable y le ha dado unos cuantos puntos a los celestes en el gran tramo final. Tiene 22 años y se ha ganado el derecho de empezar la próxima liga vestido con el dorsal ‘1’ de la Unión Deportiva Ibiza.
Álex Sánchez: infortunios en los momentos clave
Lo tiene complicado el portero de Barcelona para continuar la próxima temporada en la UD Ibiza a no ser que acepte el rol de suplente. Los tres entrenadores que ha tenido el equipo durante la temporada apostaron por él y siempre dio la sensación de que el puesto se le quedaba grande. No le valió ser uno de los integrantes de la plantilla que el año pasado casi ascendió a Segunda B en el césped. El segundo gol que le metió el Don Benito –desde más de treinta metros– en el último partido que jugó como titular con los celestes resume su desafortunada campaña (18 partidos y 1.612 minutos).
Alfonso Candelas: un expediente X
Fue inamovible durante casi toda la primera vuelta en el lateral izquierdo. Fuerte y veloz, parecía un fijo en los planes de la UD Ibiza. Con solo 23 años en el DNI, parecía que con Candelas habría carrilero zurdo para rato. El manchego era de los pocos que se salvaban casi todos los domingos durante el irregular inicio celeste. La debacle de Cartagena, sin embargo, mandó a Candelas al banquillo. En Navidad fue uno de los primeros en salir 7775666666666666666666666666666666666666666775(después de 1.503 minutos vistiendo la camiseta del Ibiza) y su puesto lo ha cubierto, de menos a más, el resucitado Javi Bonilla. Destino: Badajoz. En la capital pacense intentará repetir el ascenso que consiguió hace un año con otro club de la misma región, el Extremadura.
Javi Bonilla: su pierna izquierda vale un lingote de oro
Llevaba seis meses sin jugar el soriano cuando llegó a Ibiza. Desde el playoff de ascenso a Segunda A que disputó la temporada pasada con el Mallorca. Le costó una semanas ponerse a tono, pero pronto demostró por qué era el año pasado inamovible en las alineaciones de Vicente Moreno. No es el mejor defensor de la plantilla, pero sus internadas y, sobre todo, las roscas que pone con su pierna zurda cada vez que sube al ataque son excepcionales. A balón parado, Bonilla es sinónimo de peligro. En los quince partidos en los que ha jugado (1.207 minutos) ha metido un gol y ha dado varios. Un puntal que se ha ganado el derecho de seguir en la plantilla celeste.
Javi García: de revulsivo a indisciplinado
El ex canterano del Villarreal no ha disputado un solo minuto durante la era Alfaro. El aragonés le ha dejado en la grada en más de una ocasión. Contra el Cartagena, el técnico prefirió convocar a quince futbolistas que completar la lista con Javi García o Jordi Sánchez. Días antes, ambos habían llegado a las manos durante un partido amistoso contra el Ciudad de Ibiza. El acto de indisciplina llevó a Alfaro a señalarlos públicamente por su comportamiento poco profesional. Los castigados pidieron perdón a sus compañeros, según el míster. Jordi volvió a jugar. Javi, no. Las buenas sensaciones que dejó por la banda izquierda durante la primera vuelta –17 partidos y 994 minutos– parecen hoy un espejismo.
Luis Verdú: cunde más de lo que cuesta
La cabeza pelada del cartagenero es un fetiche para la afición. Los Corsarios le aplauden y corean su nombre durante las últimas semanas cuando le ven cruzar el campo en muletas al final de los partidos. Luis Verdú se ha perdido el tramo final de liga por una lesión en los ligamentos de su rodilla. Estando sano, nunca ha sido titular indiscutible, pero siempre ha estado dispuesto para ir a la guerra. Los trece partidos jugados (991 minutos) lo corroboran. Es de los que sienten la camiseta de la UD Ibiza –ya estaba el año pasado en la plantilla– y hacen vestuario. Aunque se le ha visto sufrir para amarrar a alguno de los delanteros más peligrosos de la categoría, su compromiso y experiencia deberían guardarle un hueco en el próximo proyecto ibicenco. Secundarios como Verdú aderezan un buen reparto.
Dani Provencio: el crack que no ha explotado
Peña y Formentera sufrieron la temporada pasada el buen toque de balón del entonces centrocampista del Súper Elche que subió a Segunda A. El madrileño vino a Ibiza después de una primera vuelta en la que casi no contó para los franjiverdes y, ni con Palop ni con Alfaro, ha acabado de cogerle el pulso a la Segunda B en su retorno a la división de bronce. Ni chicha ni limoná. Ese podría ser el bagaje que dejan los 904 minutos que Provencio ha estado sobre el césped vestido con la camiseta celeste. Catorce partidos y diez titularidades que no deberían servirle para continuar en la UD Ibiza. Perdomo –e, incluso, Armenteros, pese a su renqueante físico– han estado mejor. La incógnita resta en saber si en Can Misses confían en recuperar la mejor versión de un futbolista llamado a marcar diferencias. En octubre cumplirá 32 años.
Kingsley Fobi: una promesa que no acaba de levantar el vuelo
La mejor noticia es que apenas tiene veinte años. La peor, que parece a años luz del lateral derecho que deslumbró en el Formentera antes de partirse la rodilla hace dieciocho meses. Con Palop era el primer cambio. Con Alfaro, titular esporádico. Con ambos, Kingsley Fobi ha dejado destellos, pero poca regularidad. Potencia, velocidad y talento tiene el ghanés, pero debe recuperarlos. Para ello necesita tiempo y confianza. Una cesión podría convenirle tras los 17 partidos y 864 minutos disputados esta temporada.
Unai Albizua: una lesión le cortó en seco
El central vasco llegó para jugar de carrerilla diez partidos casi seguidos (845 minutos sumó). Hasta que cayó lesionado en Don Benito. Ese día Unai Albizua salió del equipo y hace apenas un par de semanas abandonó la enfermería. Sin ser el más rápido de la clase, el ex futbolista de la Cultural Leonesa demostró cuando estuvo sano que puede ser la pareja de Gonzalo en la zaga. Fuerte, con tablas y buen juego aéreo, el carrusel de fichajes de este verano decidirá si permanece en una UD Ibiza a la que llegó en invierno.
Cristian Herrera: atacante sin gol
Mientras Borriello trataba de arrancar, Cirio ultimaba los plazos de su recuperación y Rodado aguardaba su oportunidad en el banquillo, Cristian Herrera fue el delantero titular de la UD Ibiza. El gerundense metió un gol como celeste. Curiosamente, cuando empezó a jugar solamente ratitos. Curiosamente, al que, después de Navidad, se convirtió en su equipo, el Almería B. En el Estadio de los Juegos del Mediterráneo solamente ha marcado otro tanto. Pobre bagaje para un rápido delantero al que, de todas maneras, no se le puede achacar falta de trabajo. Como jugador ibicenco disfrutó de 806 minutos.
Raí Nascimento de Oliveira: la magia carioca que necesita el ataque celeste
El talentoso extremo de Río de Janeiro ha sido la gran sorpresa del último tramo liguero. Raí llegó a Ibiza en el mercado invernal con ganas de quitarse la fama de ser la eterna promesa del filial del Zaragoza. Le costó arrancar, pero Pablo Alfaro ha creído firmemente en él y su rendimiento ha ido in crescendo en las jornadas finales de liga. Ha jugado en los diez partidos que la UD Ibiza ha enlazado sin derrotas. Le marcó un buen gol al Jumilla y asistió de tacón a Jordi Sánchez en la victoria del domingo pasado contra el Melilla. 751 minutos de calidad que hacen pensar que este carioca de 21 años recién cumplidos seguirá un año más en la isla.
Martí Riverola: fuera de lugar
La grada de Can Misses solía desesperarse con el centrocampista forjado en la Masia junto a futbolistas como Marc Bartra o Sergi Roberto. ¿Era mediapunta, organizador o pivote? Martí Riverola no acabó de hacer una cosa ni la otra en los dieciséis partidos que jugó como celeste. 690 minutos donde no acabó de romper la timidez con el balón en los pies; en principio, su gran virtud. Empezó de titular pero pronto se fue al banquillo. Cuando salía al campo se le veía muchas veces pasado de vueltas. Nunca cuajó pese a las grandes expectativas que rodearon su llegada a la UD Ibiza. En enero se marchó al FC Andorra, el club de la Primera Catalana que ha comprado Gerard Piqué.
Emiliano Armenteros: destellos de calidad a cuentagotas
El segundo galáctico del proyecto ha aportado bastante más –futbolísticamente hablando– que Marco Borriello, pero nunca se ha hecho con la titularidad. Armenteros (ex del Sevilla, del Rayo, del Xerez, del Osasuna) ha sido un Guadiana que ha aparecido y desaparecido sin previo aviso. Sus 607 minutos disputados en 18 partidos –solo siete veces titular ha sido– demuestran que aún tiene fútbol en las piernas pero, al mismo tiempo, que sus piernas están maltrechas después de tantos kilómetros recorridos y más de una lesión. Alfaro ha sido quien más jugo ha sabido sacarle a sus destellos de calidad. El verano decidirá si el centrocampista argentino –antes hombre de banda, ahora, interior– continúa vistiendo la camiseta de la UD Ibiza.
Omar Perdomo: vitamina canaria para el último tercio
A la cuadrilla de jugadores que ficharon por la UD Ibiza en invierno les ha costado ponerse al nivel de sus compañeros. Esa es una de las claves que explican el irregular inicio de segunda vuelta de los celestes, con cambio de entrenador incluido. Pero cuando algunos futbolistas, como Omar Perdomo, empezaron a dar lo mejor de sí mismos, el Ibiza despegó. El grancanario, encima, ha demostrado que puede jugar por fuera y por dentro, que asiste y no se borra cuando toca presionar. No contaba en el Nàstic, pero llegó a Ibiza con la vitola de crack. Su buen tramo final –584 minutos repartidos en una decena de partidos– podría valerle salir en la foto de la plantilla celeste de la próxima temporada.
Ferran Giner: un velocista que no ha acabado de explotar
Vida calcada a Bonilla la del valenciano: ex mallorquinista y lesionado el año pasado. En el caso de Giner, su inactividad le ha tenido casi un año fuera de los terrenos de juego. Llegó en enero procedente de un Mallorca de Segunda A en el que apenas contaba y, tras cinco meses en Can Misses, nunca ha llegado a desbancar a Cirio o Perdomo de la posición de extremo zurdo. Sus apariciones en el once han sido menguantes hasta alcanzar los 572 minutos de juego en cinco partidos comenzados de inicio y otros ocho, saliendo desde el banquillo. Sacrificio e implicación, eso sí, nunca han faltado. Cumple 31 años en septiembre. En verano se aclarará su futuro.
Jordi Sánchez: el delantero suplente que quería ser titular
La vida casi nunca es como uno se la espera. Esa es la lección que podría sacar Jordi Sánchez de la media temporada que ha pasado en la Unión Deportiva Ibiza. El ariete trajo aire fresco al club celeste en el mercado invernal. Por sus características (fuerte y corpulento), por su sonrisa (siempre pintando su cara) y por su árbol genealógico (su madre, ibicenca, convertía al catalán en el único futbolista medio autóctono de la primera plantilla). Encima, le metió un golazo de vaselina al Murcia. Palop, que pidió su fichaje, era el entrenador entonces. Pero dos semanas después dejó de serlo. Y Jordi Sánchez tuvo que ganarse la confianza de Alfaro partiendo de cero. Su incidente con Javi García le dejó muy tocado, pero tras pedir perdón ha vuelto a tener sus minutos (395 minutos, casi siempre saliendo desde el banquillo). En Melilla, un gol suyo le dio la victoria a los ibicencos. Si el perdón del míster es definitivo y él acepta comenzar la campaña como escudero de Cirio y Rodado, Jordi Sánchez puede ser un buen complemento –bregador y goleador– para la delantera ibicenca. Si no, el barcelonés tendrá que buscarse equipo.
Marco Borriello: al ‘bomber’ no le quedaba pólvora
Fue la bomba del verano, pero se quedó en golpe de efecto mediático. El mensaje de la directiva en Navidad era que Borriello volvería de su lesión y sería importante para Andrés Palop, entonces a los mandos de la nave. El napolitano nunca volvió –a vestirse de corto, porque en el palco se le ha seguido viendo– y cerró su carrera profesional con siete partidos y 380 minutos vestido con la camiseta de la UD Ibiza. En ese tiempo le sacaron cinco amarillas y dejó un cabezazo al larguero como mejor actuación en ataque. El gol se le negó a un delantero, evidenciando que sus días de gloria sobre el césped habían quedado demasiado atrás. Después de pasarse un año prácticamente en blanco, no estaba en condiciones de destrozar a las defensas de Segunda B. Nunca destacó. Sin embargo, con los meses que pasó en la plantilla Borriello demostró que sigue teniendo tirón mediático. Su corto periplo como futbolista en el club –al que sigue ligado como asesor a la presidencia– ha multiplicado la visibilidad, alcance y fama de la entidad ibicenca, dentro y fuera de las redes sociales. Ese era el verdadero gol que quería marcar Amadeo Salvo con la incorporación del italiano y no hay duda que el tiro ha entrado por la escuadra.
Germán Sáenz: uno de los primeros en marcharse
El atacante tinerfeño era uno de los futbolistas más experimentados en Segunda B que tenía el Ibiza en la plantilla, pero siempre se le vio fuera de sitio. Fue titular indiscutible con Ñoño Méndez y, luego, desapareció del equipo. Tras 370 minutos y ocho partidos hizo las maletas y recaló en el Jumilla, donde jugará la promoción para no descender a Tercera.
Mariano Gómez: un purasangre que puede llegar lejos si se templa
Puso la diferencia en el mercado de invierno. Jovencísimo y cedido por un año y medio, Mariano Gómez ha hecho un máster en los cuatro partidos que ha jugado con la UD Ibiza. Solamente las lesiones de Albizua y Verdú le abrieron las puertas del once inicial, pero el argentino no ha desaprovechado la ocasión para dejar cosas buenas –contundencia y seguridad– como regulares o malas –precipitación, excesiva dureza y una tarjeta roja perfectamente evitable. Lo lógico, en definitiva, para un chico en pleno aprendizaje que tenía que adaptarse al fútbol europeo y que peleará el próximo año por afianzarse en los planes de un Pablo Alfaro que lo guía como si fuera su hijo. De momento, Mariano ya puede decir que ha jugado 334 minutos en Segunda B.
Abel López: los refuerzos de verano le dejaron sin sitio
El central alicantino se quedó a las puertas de celebrar el ascenso en el campo del Levante B hace ahora un año. Se desquitó subiendo en los despachos y permaneciendo en la plantilla tras los movimientos que se produjeron en agosto. Los refuerzos le dejaron sin opciones de jugar (272 minutos en cinco partidos) y emigró a Jumilla, donde tampoco ha sido un fijo en el centro de la defensa.
Gonzalo Ferri: solamente jugó con Ñoño Méndez
Situación calcada a la de Abel. El uruguayo que, lo que son las cosas, jugó como titular los tres primeros partidos de liga (255 minutos) no volvió a vestirse de corto y se marchó en el mercado invernal. Sería el futbolista que menos ha jugado esta temporada con la camiseta de la UD Ibiza si Mountaga Ndao no hubiera debutado en Segunda B disputando siete minutos contra el Sevilla Atlético el pasado enero.