El Ibiza ha hecho esta tarde lo imposible: remontarle el partido al Atlético Malagueño en dos minutos, 120 segundos. En el 88, Fran Grima igualó el tanto visitante, obra de Deco en el 19 y en el 90, Cirio hizo temblar los cimientos de Can Misses al transformar un penalti provocado por Jordi Sánchez. Locura total. Los de Pablo Alfaro no han firmado su mejor partido pero se despiden de su gente esta temporada a lo grande, con un triunfo de casta y sobre todo fe que le permite depender de sí mismo en su lucha por clasificarse para la próxima edición de la Copa del Rey. Los celestes, que ratifican su mejor racha, con 9 partidos sin perder, cierran la penúltima fecha del campeonato en la sexta posición de la tabla con 60 puntos, tres más que el Marbella y el San Fernando, séptimo y octavo, respectivamente. Con un punto en Melilla en la última jornada, el Ibiza habrá selllado su pase para el torneo copero de manera matemática. Al acabar el choque, el técnico unionista Pablo Alfaro admitió que a su equipo le había faltado “fluidez” y que doblegar al Atlético Malagueño había “costado sangre, sudor y lágrimas”, pero valoró la capacidad de sufrimiento de sus hombres, así como su fe.