Este fin de semana, la Regional Preferente vivirá la jornada más trascendental de la temporada y una de las más emocionantes que se recuerden de las últimas ediciones. Y es que el Portmany, a falta de la última fecha, podría cantar el alirón y representar al fútbol pitiuso en una fase de ascenso a Tercera División que persigue con ahínco y deseo hace ya varios años. Abandonar el fútbol doméstico y regresar a categoría nacional es el objetivo que se ha marcado la entidad que preside Nacho Andrés.
El conjunto que entrena Carlos Marí, que tras empatar (0-0) en Can Misses la pasada jornada ante el Ciudad de Ibiza lidera la tabla con dos puntos de ventaja respecto a la escuadra de Buti, toca con la yema de los dedos un título que podría levantar en el Municipal de Sant Antoni, delante de gente, si gana el derbi al Luchador y el City pierde o empata en el terreno de juego del Formentera B.
Los portmanyistas, que llevan ya varias campañas intentando el salto de categoría, son muy conscientes de lo mucho que se juegan este domingo y saltarán al verde con la máxima humildad y respeto hacia su rival, penúltimo con sólo 7 puntos sumados. Ganar el partido de máxima rivalidad es la proposición del cuadro rojillo, que juega en esta ocasión como visitante, aunque contará con el máximo apoyo de una afición que llenará el estadio por si tocara festejar el campeonato.
Por su puesto, el Ciudad de Ibiza, pese a que lo tiene complicado en la práctica, aún tiene posibilidades matemáticas de campeonar, aunque para ello tendría que ganar en Formentera, vencer en la última jornada en Can Misses al Sant Jordi y esperar que el Portmany cediera puntos, al menos tres, en sus dos últimos partidos, frente al Luchador y ante el filial formenterense. Así las cosas, el equipo de la pitiusa menor se va a convertir, sin quererlo, en juez y parte de una Regional Preferente que presenta un final de auténtico infarto. Llega el juicio final.