Todo el mundo en Can Misses sueña con alcanzar el fútbol profesional. La Segunda División. La Liga 123. La LFP. Esa es la ambiciosa meta que, en la mente de todos los que rodean a la UD Ibiza, jugadores, directivos, entrenadores y aficionados, ocupa sus pensamientos. Pero hay un grupo de chicos que, con el mismo escudo en el pecho, ahora mismo tienen otro objetivo entre ceja y ceja, mucho menos ambicioso pero, a día de hoy, igual o más complicado: la permanencia en la Liga Nacional Juvenil.
Jordi Riera es el entrenador del Juvenil de la UD Ibiza, un equipo que rema contra corriente para evitar lo que parece inevitable ahora mismo. El equipo marcha penúltimo con 16 puntos, a 10 de la salvación, que ahora mismo marca el Ferriolense, cuando tan sólo le quedan 11 partidos por disputar: “Nuestra valoración, hasta ahora, obviamente no puede ser buena. Estamos en una situación complicada. Lejos de la salvación y con una plantilla que ha quedado coja”. La UD Ibiza ha tenido muchas bajas a lo largo de esta temporada. Los últimos en bajarse del barco han sido Justo, Sergi, Gavilán, Carles y Ángel. “Hemos tenido bajas importantes. La semana de trabajo es rara, con pocos jugadores, tenemos que subir chavales del cadete para poder hacer entrenos con un mínimo de calidad”, asegura un Riera algo decepcionado con el panorama que le ha quedado.
“Aún así, creo que el equipo está compitiendo bien en la segunda vuelta. El equipo está sacando fuerzas, está peleando, los que quedan se han juntado, han hecho un grupo pequeño pero muy comprometido. Solo puedo elogiar a los chicos que están luchando por salvarse. Hemos intentado fichar, pero tampoco los otros clubes nos han facilitado las salidas de sus futbolistas”. La plantilla ha quedado, además, más mermada si cabe por las lesiones de Antonio Arellano, Iker y Kike.
El joven míster de la UD Ibiza es un técnico de la “escuela Cruyff”. Vocación ofensiva, presión alta y posesión. Ingredientes que, de momento, no han dado el resultado esperado en cuanto a puntos: “Creo que nos ha faltado también una pizca de fortuna. El equipo ha merecido más puntos de los que tiene. El equipo tiene personalidad, sale a dominar, a mandar, pero esto se ha visto poco recompensado en cuanto a resultados”. Riera saca pecho en cuanto a la filosofía que la UD Ibiza quiere impregnar a su fútbol base: “El jugador del Ibiza tiene que estar preparado para hacer cosas grandes, no concibo meterme atrás y salir a la contra. Seguro que hemos perdido algún punto por este exceso de valentía, pero es la forma de jugar que la UD quiere para todas sus categorías y nosotros debemos ser el referente”. La ideología futbolística celeste queda clara.
El principal inconveniente que se ha encontrado Riera esta temporada han sido la marcha de futbolistas clave, que han dejado el equipo cojo. El míster tiene claro que no es casualidad que esto ocurra de manera tan habitual en la isla. Encuentra los motivos, y aprovecha para lanzar una reflexión interesante: “Ibiza tiene jugadores, tiene materia prima. Pero tenemos un déficit competitivo importante. A nosotros, por ejemplo, nos ha penalizado no saber gestionar situaciones de estrés. No es normal que un equipo de Nacional sufra tantas bajas a mitad de temporada porque los futbolistas decidan dejarlo. Por rendirse. Los jugadores de Ibiza, los que son buenos, están acostumbrados a ganar siempre (en las competiciones de la isla). Y en el fútbol de verdad no se gana siempre. Huir de una situación de estrés, de que las cosas no me salgan bien y rendirme a la primera no es positivo”. Esto, para Riera, es uno de los motivos por los que no surgen de Ibiza futbolistas de élite: “Es por esto que a los jugadores de Ibiza les cuesta llegar. La respuesta está más abajo, en infantiles, en cadetes, en alevines. Los niños de Ibiza que tienen calidad compiten poco, dos o tres partidos al año. Estar habituado a que siempre me salen las cosas bien hace que luego, cuando no ganas, no lo sabes gestionar. Es importante que el jugador aprenda a perder. Aceptar que hay veces que se pierde y el lunes hay que volver con el mismo hambre, con las mismas ganas”.
Riera tiene claro que, pese a todos estos inconvenientes, el barco todavía está a tiempo de salir a flote. Son los que están y son los que tienen que intentar evitar un descenso al que el equipo parece abocado. “Yo solo quiero tener once jugadores con compromiso, once jugadores que salten al campo y quieran estar aquí. Ahora pensamos partido a partido, día a día. Nosotros iremos al campo del Atlético Rafal a competir y a intentar ganar. No nos vamos a rendir. Ojalá consigamos la permanencia, y si no la conseguimos, que la UD Ibiza vuelva cuanto antes porque es en Nacional donde debe estar”.
Humildemente y con poca noción futbolística, esto es lo que se llama “tirar balones afuera”. La responsabilidad de mantener el equipo también es del entrenador. A los jugadores se los debe mantener motivados, protegidos, escuchados.
No es lo mismo dirigir en la liga local, que tener que cruzar el charco (aunque este charco sea mínimo) y a veces, si el desafío resulta que nos queda grande, hay que dar un paso al costado a tiempo, como se hace en el “fútbol de verdad”(sic). Creo que no vendría nada mal hacer un “mea culpa”
Al que le viene grande la categoria es a él, al principio de temporada hablaba de que iban a mirar hacia arriba que la idea era luchar por subir. La ud tiene un muy buen equipo o acaso la peña tiene mejor equipo o tiene gente de fuera de la isla?. El Portmany a estado salvando la categoría bastantes años o luchando hasta el final con equipos mucho más justitos que está ud, además estamos hablando de nacional no de DH. Quizás el problema es suyo y de una nula planificación física ya que como usted dice “nosotros no corremos porque tenemos la pelota que corran los demás”. Totalmente de acuerdo con Susana un paso al lado habría estado muy bien y con alguien sin esos aires a Guardiola se podría haber salvado la categoría sin ningún problema.
cuando entrenaba categorias infantiles y cadetes y ventilaba a los jugadores buenos de los equipo intermedios y hacia q la liga fuera menos competitiva y ganaba paseandose, no parecia molestarle mucha la falta de competitividad en la liga.
Con todo el respeto y sin ánimo de polemizar demasiado, también habría que ver cuanta culpa tienen los clubes como la UD del tema de la competitividad en categorías base. Dices que están acostumbrados a ganar y compiten dos partidos al año, evidentemente si cada vez que un jugador destaca ya sea en sta Gertrudis, Jesús Puig o donde sea viene la UD ( o cualquier otro con más “poder”) y se lleva la mitad de jugadores… Pues ya me dirás. Vuestro infantil sin ir más lejos es una colección de cromos de san Jordi y Jesús.
Del mismo modo que criticais a otros clubes por no facilitar las bajas de jugadores, cuántas bajas dais vosotros?
Todos sabemos los errores que se cometen en el fútbol base, pero a la hora de la verdad todos somos unos cínicos.
Buenas tardes
Esta incompleta la entrevista cuando hablo de este tema, me referia a que el entrenamiento y la competicion semanal en mi opinion tiene que ir mas alla que en buscar un resultado sino focalizar la atencion y importancia en una formacion integral bien estructurada metodologicamente (como defiende tambien Edu en la entrevista anterior, con el que coincido) y que a los jugadores que destacan hay que plantearles retos siempre como puede ser subir a entrenar/jugar en categorias superiores para que no se acomoden y no se acostumbren a situaciones de facil resolución. Siento que no me explicase bien en este punto.
Un saludo
Seamos serios, voto por Tomillo como revulsivo para salvar esta situación.
Amadeoooo, menos Borriellos y más Tomillos!!