V. R. /Noudiari La UD Ibiza se ha resarcido de la dolorosa goleada encajada la pasada jornada en el campo del Cartagena (6-0) ganando en casa al segundo clasificado del Grupo IV de Segunda División B, el UCAM Murcia, que ha claudicado por 2 a 0 en tierras ibicencas. Este resultado, además, da aire e insufla ánimos en el grupo insular, que se aleja de las posiciones de descenso de la competición.
El conjunto murciano saltó al terreno de juego de Can Misses con la meta contraria entre ceja y ceja y tras unos minutos de tanteo se fue con verticalidad en busca del gol. Y a punto estuvo de conseguirlo en el minuto 15, cuando un balón repelido por el meta local se estrellaba en el palo.
La presencia visitante en las inmediaciones de la portería ibicenca iba en aumento, pero el equipo que entrena Andrés Palop mantenía el tipo y el 0 a 0 inicial y poco a poco se iba animando para tutear a su rival, que lucha por el título y por tanto por una de las plazas de play-off de ascenso. Así, en el minuto 33 llegó el primer tanto de la UD Ibiza, obra de Rodado tras un preciso centro de García desde la izquierda que el ariete remachó de cabeza a la red.
El gol dio al Ibiza la tranquilidad necesaria para empezar a mover el cuero con seguridad y a hilvanar nuevas acciones de peligro cerca de la meta visitante. El UCAM Murcia, sorprendido por el tanto, no encontraba la manera de volverse a hacer con el dominio del partido y se veía sometido por su rival, que fue de menos a más.
En el inicio del segundo tiempo, el UCAM Murcia se lanzó a por el empate, pero el bloque ibicenco, muy serio sobre el terreno de juego, no le permitió enlazar una sola jugada con claro peligro de gol, al menos hasta que marcó el segundo, que llegó en el minuto 65 por mediación de Chavero, que con un disparo cruzado y suave a la cepa del palo derecho del meta culminaba una potente internada de Fobi por el flanco derecho.
Los visitantes no arrojaron la toalla, pero el efecto del segundo gol en contra fue letal para sus intereses, puesto que dejaron de creer en la posibilidad de puntuar de nuevo lejos de su estadio. Además, el Ibiza no ofreció ningún tipo de concesiones y con este panorama, el ímpetu inicial se diluyó casi por completo.
Cómoda victoria, en definitiva, de una UD Ibiza que tiene dos caras, la de la pasada jornada, en la que fue capaz de lo peor, y la de esta, en la que se ha mostrado intratable ante el segundo clasificado y uno de los mejores conjuntos de la categoría de bronce del balompié nacional. Si muestra su mejor versión, el cuadro que entrena Palop no tiene límites, pero de lo contrario, si no sale enchufado, es un conjunto vulgar y corriente.
Si aprende a manejar esta bipolaridad tendrá tiempo de asomar la cabeza en la zona alta de la clasificación. Este es ahora mismo el principal trabajo que tiene que llevar a cabo el técnico de la UD Ibiza en su equipo, que parece que necesita tanto un entrenador con las ideas claras como de un psiquiatra con la receta adecuada.