En la Tercera balear se gana cómo y cuándo quiere el Formentera. Y si no que se lo pregunten al Esporles, que mordió el polvo en el minuto 93 y medio gracias a un gol de Kike Ferreres cuando el equipo local y su afición ya daban por bueno el empate. Los rojinegros siguen liándola parda esta temporada y ya acumulan ocho triunfos consecutivos y 33 de los 42 puntos en juego, una espectacular racha que le permite seguir la estela del líder Peña Deportiva, del que está a tan sólo dos puntos.
El conjunto de Iván Gómez tuvo que ponerse el mono de trabajo para superar al cuadro mallorquín. Brega, brega y más brega fueron los ingredientes que echaron al puchero los formenterenses para elaborar una victoria sufrida, pero merecida que empezó a cocinar Víctor Ruiz con un tanto en el minuto 61 desde el punto de penalti. La alegría, no obstante duró un suspiro, ya que el Esporles, también desde los once metros, igualó el marcador con un golito de Rojas en el 64.
Y cuando todo apuntaba a las tablas, Kike Ferreres, sobre la bocina, envió el cuero a la red, haciendo explotar por los aires al Esporles para llevar el éxtasis total a un Formentera que suma y sigue y que no cesa en su empeño de asaltar el liderato. El gol rojinegro y su festejo sentaron como un tiro al bando local y se montó una tangana importante sobre el verde, aunque al final no hubo que lamentar males mayores y los dos equipos enfilaron sus respectivos vestuarios.
El Formentera está que se sale y esta campaña lo está bordando. Diez partidos ganados, tres empatados y uno perdido, con 26 goles a favor y 10 en contra son los registros de una escuadra ganadora, hecha a imagen y semejanza de su creador, un Pirri que, con cuatro duros, ha sabido confeccionar un vestuario trabajador, honrado y de calidad. El mánager general de la entidad maneja con profesionalidad los hilos de un proyecto ilusionante que busca regresar a la Segunda B. Y, de momento, la cosa pinta bien. Muy bien.