La Alhambra pasa por ser una de las nuevas (en este caso no tan nuevas) maravillas del mundo. Desde hoy, en cambio, Granada tiene otra maravilla para el recuerdo: el encuentro que se ha marcado la UD Ibiza en la Ciudad Deportiva de la ciudad nazarí. 90 minutos excelsos, casi perfectos, contundentes en ataque, inapelables atrás. La seriedad hecha fútbol, y el sueño del play-off un poquito más cercano.
El encuentro se disputó en un estadio desangelado por el intempestivo horario, la matinal gris y el posterior Granada – Numancia en Los Cármenes, factores todos ellos que hicieron que no más de un centenar de aficionados pudieran echarse al paladar el caviar que ofreció la UD. Una vez más, Palop apostó por repetir once, dejando a Borriello y Armenteros de salida en el banco y otorgando la responsabilidad ofensiva a Cirio, Rodado y Javi Serra. La apuesta, ya firme, dio sus frutos bien rápido. Tres minutos habían pasado, las 10:03 horas en el reloj, y la escuadra celeste ya ganaba. Chut potentísimo de Chavero desde la media luna, el meta mete los puños y al rechace, el más listo de la clase, Cirio, que empujaba el primero.
Sin tiempo para cualquier análisis, los sky blue ya mandaban y eso da moral a cualquiera. Tanta que poco tardó en llegar el segundo, obra de un majestuoso Rodado. El ángel del Ibiza se inventó un golazo de 9, un golazo de crack. Marcha de dos rivales, se acomoda la pelota y saca a pasear el martillo de su pierna izquierda. Balón a las mallas y los pocos aficionados granadinos que no se lo podían creer. Se habían jugado sólo 10 minutos, algunos andaban aun deshaciéndose de las legañas y la UD tenia el partido ya medio ganado.
Mención aparte merece el doble pivote inexpugnable que ha inventado Palop. La sociedad Iosu – Miguel Núñez funciona a las mil maravillas, da seguridad y empaque al equipo, gana confianza con el paso de las jornadas y es el eje que hace girar el engranaje azul. Un 10 para ellos y ante todo para el técnico que ha creado tan fructuosa “amistad”.
Si bueno fue el rendimiento ofensivo, casi mejores fueron los mecanismos defensivos. El Recreativo Granada, que empezó la jornada 6° clasificado, se estrelló una y otra vez ante un muro. Gonzalo y Verdú, éste yendo al límite en cada acción, fueron dos baluartes insalvables para los nazaríes en todo el encuentro.
En éstas, llegó el tercero. Y fue gracias a un nuevo ingenio del “inventor” Rodado. De una jugada que parecía no tener más recorrido, se sacó de la manga una gran acción individual, dejando atrás a todo rival hasta provocar un claro penalti. Llegó entonces un momento interesante, con la primera pena máxima a favor de la temporada: saber quién se encarga de lanzarlos. Y el que colocó la pelota en el punto fatídico fue Chavero. El mago del Ibiza se sacó así un nuevo truco de la chistera, éste en forma de lanzamiento potente por el centro, que se convirtió en el increíble 0-3 a la media hora de partido. Madrugar para esto, debieron pensar los jovenzuelos futbolistas del filial del Granada.
Una vez finiquitada la exhibición de pegada, comenzó la lección defensiva y en la portería, con un Álex Sánchez para el que pocos calificativos quedan ya. Una vez más, lo poco que acertó a atacar con pelligro el conjunto rojiblanco lo atajó el meta barcelonés. Un 10 para él.
El plantel unionista supo echar el cerrojo hasta el descanso y eso pese a que el técnico local, enfadadísimo, sustituyó ¡a los dos centrales! e introdujo una poco fructífera revolución.
El impulso del Granada en el segundo tiempo duró menos que el arreón hacia arriba de la gaseosa. Rápidamente cayó en las redes de la UD, que dominó siempre el tempo del partido. Tuvo ocasiones el filial, claro, pero nunca demasiado claras y las pocas así las solventó bien Álex.
Quizá lo único que le faltó a los celestes fue tener hambre de más. Dio la sensación de que si la UD hubiera arriesgado algo para hacer más sangre, lo hubiera conseguido. La tuvo Armenteros, muy clara, pero su chut se fue muy desviado. Tiene que mejorar aún el ex del Rayo del que se espera muchísimo. Por cierto, Marco Borriello volvió a ver los 90 minutos desde el banquillo.
El tiempo se esfumó sin más que destacar y el Ibiza se echó al saco tres puntos que saben a gloria. 10 de 12 puntos en el último mes es un botín propio de equipo puntero. Y eso, un equipo puntero, es lo que quiere ser esta UD Ibiza que empieza a ilusionar. Recuerden, como dice su slogan, el equipo está… “climbing to the top”.