La aventura del Ibiza en la Liga Nacional no está siendo, de momento, satisfactoria ni desada. El equipo que entrena Jordi Riera no acaba de tomarle el pulso a la compleja y exigente categoría balear en su primera temporada y los malos resultados logrados hasta ahora mantienen al plantel en el farolillo rojo de la tabla clasificatoria. Tras la disputa de ocho jornadas, el conjunto celeste sólo ha sumado dos puntos de 24 posibles (después de firmar tablas frente a la Penya Arrabal B y el Menorca) y, pese a que es uno de los que más goles marca, 12, su fragilidad defensiva (ha encajado 26 tantos) le está condenando jornada tras jornada.
Pese a la mala dinámica de resultados, la escuadra ibicenca no pierde la esperanza de revertir esta racha y lejos de hundirse, los chavales no piensan en otra cosa que salir a flote más pronto que tarde. El pivote defensivo Álvaro, uno de los puntales de la formación unionista, asegura que el fútbol no está siendo justo con él ni sus compañeros. “Pienso que hemos merecido más puntos de los que tenemos, pero así es este deporte”, dice. “Estamos trabajando para cambiar las cosas y poner fin a este bache. El equipo tiene ganas de empezar a sumar puntos cuanto antes”, añade el centrocampista.
El futbolista admite que el equipo tiene lagunas en su juego que debe corregir. En este sentido, Álvaro aclara que “no creo que tengamos que cambiar nada nuestra forma de jugar, sólo pulirla, mejorarla”. “Nuestras carencias, ahora mismo, son fallos de concentración y defender mejor las jugadas de estragia”, reconoce el jugador, que prosigue: “Nuestro patrón de juego es difícil y necesitas mucha intensidad y estar atentos en todo momento, pero creemos en nuestro fútbol y estamos a muerte con él, así como a las indicaciones de nuestro míster”. El futbolista define el dibujo del Ibiza. “Queremos tener el balón y crecer desde la posesión. Tratamos de mover al rival de lado a lado y hacer daño tanto por las bandas como por dentro”.
Preguntado por si es más recomendable tirar de un juego más práctico en una competición que invita a no complicarse la vida, el mediocentro responde: “Somos un equipo concebido para tener el balón, no sabemos hacerlo de otra manera. Confío plenamente en el grupo y estoy convencido que nuestro trabajo traerá una justa recompensa en breve”. La motivación, dice el futbolista, es máxima. “Tenemos muchas ganas de cambiar esta mala racha y empezar a sumar puntos. Los resultados llegarán”, dice el joven deportista, que lanza un mensaje a los aficionados. “Que estén tranquilos porque saldremos de ahí abajo con su apoyo y confianza. Les pediría que vengan al campo a animarnos porque su presencia nos ayudará y reforzará”, concluye.
Jordi Riera, un líder capaz
El entrenador del Ibiza, Jordi Riera, pese a la mala situación deportiva del equipo que dirige, no pierde la esperanza de levantar el vuelo en las próximas jornadas. El joven técnico ibicenco se muestra capacitado para cambiar la mala dinámica que mantiene a su grupo en el último puesto de la tabla clasificatoria. “La situación deportiva es clara y no es la que desearíamos; estamos en descenso, con sólo dos puntos y esto no nos gusta a ninguno”, dice el estratega, que resalta un detalle: “Lo mejor es que la plantilla está bien, animada y con ganas de trabajar para revertir la situación. Y esperamos que el cambio empieza la jornada que viene, en el campo del Penya Ciutadella”.
Jordi Riera explica, asimismo, que, pese a la voluntad de los jugadores por darle la vuelta a la tortilla, “no es fácil que los chavales de estas edades sepan gestionar situaciones difíciles por la poca competitividad que tenemos en Ibiza, donde han estado acostumbrados a ganar casi siempre”. Como clave de los últimos adversos resultados, el entrenador unionista apunta que “hemos competido bien, pero no mantener la concentración o la tensión 90 minutos nos está penalizando demasiado”. Como medicina al mal que padece el plantel, el míster asegura que “estamos dando importancia al tema mental, motivacional. Desde el cuerpo técnico tratamos de que los jugadores estén tranquilos y confiados en ellos mismos porque vemos que que tienen capacidad para salir adelante”.
El empate de la pasada jornada, en Can Misses frente al Menorca (4-4), fue el último varapalo que sufrió el Ibiza en su peregrinaje por la Liga Nacional. El tanto del empate rival llegó sobre la bocina, cuando los unionistas llegaron a ponerse con un contundente 3-1 en el marcador. “Merecimos más en este partido, pero las sensaciones que transmitió el grupo fueron muy buenas”, dice un Jordi Riera que tiene muy claro que el equipo acabará despegando. “Confiamos en poder salir de las posiciones de descenso cuanto antes, aunque somos conscientes de que la única fórmula para ir hacia arriba es el trabajo, el análisis de nuestro juego para poder corregir situaciones que nos penalicen en los partidos y, sobre todo, seguir insistiendo sin perder la fe y la confianza en nosotros mismos”, finaliza.