El Ibiza sacó un punto con olor a petróleo de un partido en el que mostró un atasco monumental en ataque, pero su solidez defensiva le otorgó un empate a nada que sabe a miel (0-0) en el campo del Villanovense. Un día más para echar de menos a Borrielo. O, como se ha leído por Twitter, No Borriello No Party.
Ñoño Méndez apostó de inicio por los mismos once hombres que perdieron, pero que merecieron mucho más, ante el Atlético Sanluqueño. Esto es, Candelas como extremo izquierdo, Germán como hombre más adelantado y Cristian Herrera en la media punta. Apunto estuvo de salirle bien la apuesta nada más comenzar, pues en la primera jugada del partido, Herrera enganchó un buen disparo potente al que respondió bien el meta Isma Gil. ¡Quién nos iba a decir que esa sería la única “medio” ocasión de la UD en todo el partido!
Cerca de 1000 espectadores se acercaron al Municipal Villanovense para ver a los verdes. Entre ellos no estaban, lástima, los hermanos Calatrava, acérrimos fans del conjunto extremeño y naturales de Villanueva de la Serena. Si hubieran acudido al partido, se hubieran aburrido sobremanera con una primera parte para olvidar en cuanto a espectáculo se refiere. Eso sí, la única ocasión clara que se vio fue de las que resulta difícil explicar que la jugada no acabara en gol. Tras una gran jugada del menorquín Xiscu por banda izquierda, su centro al segundo palo lo remata fuera con todo a favor Borja. Increíble que no se moviera el marcador en esa acción. Aparición de varias vírgenes en el área chica ibicenca.
Por parte pitiusa, ni rastro de los detalles que dejaron algunos futbolistas el pasado domingo en Can Misses. Ni Chavero, ni Herrera, ni Javi Serra daban con la tecla a partir de tres cuartos de campo. En medio del sopor, descanso.
El duelo no se podía ver por televisión, y esa fue la mejor noticia para los ibicencos en la segunda mitad. Porque tras la reanudación, la UD lo pasó mal. Bastante mal. El Villanovense se hizo con el control del tempo del partido, metió alguna marcha más y achuchó con valentía a la defensa celeste. A los 10 minutos del segundo tiempo, Ñoño Méndez dio entrada a Ángel Rodado por Germán. El punta mallorquín estuvo muy activo en la presión, pero eso fue casi lo único que pudo aportar al no llegarle balones limpios casi nunca. No correrían mejor suerte Martí Riverola y Fobi, los otros hombres que entraron de refresco.
El Villanovense fue ganando metros y metiendo intensidad con el paso de los minutos. En tan sólo dos, los que van del 74 al 76, el bloque pacense gozó de dos buenas ocasiones, un disparó de Poley que lamió el poste de Álex y un chute de Carrasco, tras una falta de entendimiento entre Uru y Gonzalo, que topó contra las piernas de Miguel Núñez cuando ya de cantaba el gol en la villa de la Serena.
El Ibiza, eso sí, mostró aplomo en los minutos finales para salvaguardar el punto que se echó al zurrón. Con el pitido final, los hermanos Salvo (David y Lalo, esta vez Amadeo se lo perdió) respiraron. Dos partidos en la península, 4 puntos. Buen botín, a la espera de ver debutar a Borriello (y ver volver a Cirio) contra el Badajoz.