La afición de la Peña Deportiva no puede estar más contenta e ilusionada con el espectacular inicio de su equipo en Tercera División. No en vano, los de Raúl Casañ mandan, junto con el Alcúdia, colíder, la clasificación con 9 puntos después de enlazar tres victorias consecutivas, la última ante el Poblense por 3-0. Además, los blancos están exhibiendo trabajo defensivo extraordinario y aún no saben lo que es recibir ningún gol. Sin duda, una intachable trayectoria que invita al optimismo y que dice mucho, de momento, de la fiabilidad de una escuadra confeccionada para tratar de regresar esta temporada a Segunda División B, categoría que perdió el curso pasado.
En el vestuario de la Peña se respira un ambiente inmejorable, de mucha esperanza y buenas vibraciones. La unión del bloque, así como la solidaridad fuera y dentro del terreno de juego han posibilitado, entre otros factores, el gran rendimiento que está demostrando el conjunto peñista, sobre todo en ataque, donde ve puerta con suma facilidad. El gol, en la Peña, lo ponen, a partes iguales, Pipo, Marc Fraile, Núñez y Nacho, que han materializado dos chicharros cada uno. Desde luego, los fans del plantel no pueden poner ningún ‘pero’ al potencial de unos jugadores que confían mucho en sus posibilidades y que no piensan en otra cosa que no sea una exitosa campaña.
El ibicenco Marc Fraile, que esta campaña está teniendo el protagonismo que no tuvo en Segunda B en la 2017-2018, es uno de los jugadores más destacados en este fulgurante arranque de competición. El delantero no puedo ocultar las buenas sensaciones que vive el grupo. “La verdad es que estamos todos muy contentos; somos un equipo muy competitivo y, sobre todo, estamos formando una familia”, asegura el de Sant Antoni, que añade: “Aquí todos somos importantes, absolutamente todos, del primero hasta el último compañero”. “Intentaremos seguir con una línea para que esta racha de juego y resultados se prolongue en el tiempo”, prosigue.
Dos goles y dos asistencias es, de momento, el bagaje goleador de Marc Fraile, que ha jugado dos partidos como titular y otro como suplente. Poblense y Esproles son los rivales que, de momento, han sufrido el látigo de un futbolista ambicioso y que cada domingo se pone la portería contraria entre ceja y ceja. Pese a su buen rendimiento, prefiere pecar de humilde y no lanzar las campanas al vuelo porque sabe muy bien que en fútbol uno día estás arriba y otro día estás abajo. “Yo lo único que quiero es ayudar al grupo en todo lo posible, esté dentro del once o no. Mi objetivo es echar una mano cuando tenga la oportunidad de saltar al verde”, dice el delantero.