Kike Ferreres, uno de los primeros fichajes en anunciarse este verano, no seguirá en el Ibiza después de que club y jugador hayan llegado a un acuerdo para la rescisión del contrato que unía a ambas partes. El lateral, que jugó en el Castellón la temporada pasada, llegó lesionado a la isla (rotura muscular) y su presencia en Can Misses ha sido testimonial. De hecho, el futbolista no ha disputado ningún minuto en los partidos de pretemporada. El defensa apuntaba a fichaje de relumbrón para el proyecto en Tercera, pero la institución que preside Amadeo Salvo ha decidido no apostar por él para la aventura en Segunda B, deséandole mucha suerte en el futuro en un comunicado oficial.
