La chispa de la pasión futbolera se prendió en un grupo de WhatsApp. Cuatro amigos lo crearon hace un par de años para comentar la actualidad de su equipo y citarse en la grada de Can Misses cada quince días. Allí, estos cuatro colegas –los hermanos Manuel y Alfredo Riera, Juan Carlos Maneiro y Juanjo Perelló– hacen piña con otros aficionados que también empiezan a seguir con pasión la evolución de un Ibiza que cambia demasiadas veces de entrenador, pero sube de Regional a Tercera y se queda a las puertas del ascenso a Segunda B.
Por el camino, el grupo de WhatsApp se fue ampliando hasta alcanzar los trece miembros y la bombilla se encendió. ¿Por qué no dar un paso más?
–Muchos no nos conocíamos de antes, pero nos une la misma ilusión: que la isla tenga un equipo de fútbol en una categoría profesional de forma estable. Cuando vimos que íbamos todos a una, decidimos crear la primera peña que animará a la Unión Deportiva Ibiza.
Dice Juan Carlos Maneiro, que será el primer presidente de la Peña Corsarios, el nombre que han elegido estos hinchas para vincular al club celeste con una de las señas de la identidad histórica de la isla: la piratería con papeles que defendía las costas ibicencas durante los siglos XV y XIX de las incursiones otomanas, inglesas o francesas. Con ejemplos de aficiones tan ardientes como las del Sankt Pauli alemán o el Rayo Vallecano, los Corsarios saben que la temática filibustera les dará juego, pero aún deben acabar de definir el logo que utilizarán. Lo que ya tienen a punto son los estatutos de la peña. Los documentos se han firmado esta tarde en Can Misses y se enviarán después a la sede de la Federación Balear de Fútbol. En los estatutos están escritos los nombres de los trece socios fundadores. Además de los cuatro citados, tendrán patente de corso los hinchas Toni Marí, Agustín Cardona, Daniel Marí, Rubén Fernández, Eladio Merino, Ramsés Araújo, Antonio Kopecky, Jesús Rodado y Tony Molió, que actuará de secretario y es quien más trabajo está teniendo estos días.
Rodado será el tesorero de los Corsarios y cobrará a los nuevos peñistas los treinta euros de cuota que establecerán por temporada. “Nos gustaría llegar a la treintena de socios y tenemos gente interesada en sumarse a la idea, pero no nos obsesiona el número. Lo importante es que nos consolidemos como un grupo de animación sólido y fiel. Vamos a seguir colocándonos en la parte derecha de la nueva grada del campo y no faltarán los bombos”, dice Rodado. Juan Carlos Maneiro añade que están ensayando algunos cánticos que ya se escucharon en el tramo final de la pasada Liga: “No queremos diferenciarnos del resto de los aficionados. Al revés, estamos abiertos a que se nos acerque gente de todo tipo que quiera disfrutar de la UD Ibiza con pasión, pero con respeto. Nos gustaría convertirnos en el grupo de animación del equipo y cambiar el carácter frío que normalmente se asocia a la afición ibicenca. En el play-off establecimos una conexión especial con los futbolistas. A eso ayudó bastante Rufete, que tuvo varios detalles con nosotros cuando acabaron los partidos”.
Alfredo Riera, que ejercerá de vocal en la peña, dice que los Corsarios tendrán todo el apoyo del club, que les permitirá usar el escudo en sus pancartas y camisetas, y les dará facilidades para que viajen con el primer equipo, se juegue en Tercera o Segunda B: “La semana pasada nos reunimos Juan Carlos y yo con Amadeo Salvo, y salimos muy contentos del encuentro. Están muy interesados en que crezca la masa social de la UD Ibiza y creen que nosotros podemos ser un buen reclamo”.
Desde hace unos días, en el grupo de WhatsApp de los Corsarios no se habla de otro tema que del posible ascenso a administrativo a Segunda B. Algunos vieron en Buñol la tanda de penaltis contra el Atlético Levante y alcanzar el fútbol de bronce, aunque fuera en los despachos, les resarciría de aquel mal trago. Competir finalmente en Tercera no sería, sin embargo, una tragedia. Habrá muchos derbis y los enfrentamientos contra el Club Deportivo Ibiza serán especialmente atractivos. Los Corsarios saben de la “rivalidad” que se ha desatado entre las dos entidades y son conscientes de que “la división empieza desde el color de la camiseta”, pero creen que los dos equipos pueden compartir categoría, estadio y municipio sin problemas.
“Nosotros nos hemos hecho de la Unión Deportiva Ibiza”, cuenta Juan Carlos Maneiro, “porque nos pareció desde el primer momento el proyecto más serio. Respetamos mucho a los otros equipos de la isla y de la ciudad, pero pensamos que este club será el que llegue más lejos. La plantilla que están haciendo para la próxima campaña y el trabajo del Ñoño Méndez como segundo de Rufete inspiran mucha confianza”. “La isla tiene un problema con el fútbol desde que desapareció el histórico Ibiza. Se han iniciado muchos proyectos llenos de ilusión pero sin recursos y hace falta apoyo económico para asentar a un club en el fútbol profesional”, apunta, por su parte, Jesús Rodado.
Alfredo Riera también da su punto de vista: “Cuando era un chaval fui socio de Sa Deportiva. Iba con mi padre a ver al equipo, en Tercera y en Segunda B, en la calle Canarias y en Can Misses. Ahora tengo 39 años y voy con mi hijo al fútbol. Tanto en la isla como en Vila hay muchos aficionados que quieren animar a un equipo competitivo. Para crear una masa social se necesita un club que dure en el tiempo en una división de un nivel, al menos, como la Segunda B. Y pienso que el único que puede conseguirlo es la Unión Deportiva Ibiza”.