El Algeciras, pese la derrota sufrida el pasado domingo a manos del Ibiza (0-1) en el Nuevo Mirador, afronta la vuelta de la primera eliminatoria de la promoción de ascenso a Segunda B (domingo, a las 12.15 horas) con el convencimiento de lograr voltear el marcador adverso en Can Misses. Durante toda la semana, en la ciudad del Estrecho de Gibraltar no ha parado de oírse que la remontada es posible y el equipo que entrena Asián prepara el enfrentamiento ante los de Rufete con el chip cambiado respecto al duelo de ida, donde los albirrojos, en boca de su preparador, no dieron la talla.
El veterano estratega ha ofrecido esta tarde una rueda de prensa donde analiza el pobre juego que desplegó su plantel el fin de semana pasado y en la que avisa de las intenciones de sus jugadores en la isla. “Peor no vamos a jugar; estamos capacitados para hacerlo mucho mejor a como lo hicimos el domingo. Nosotros tenemos muchos más argumentos de los que demostramos”, sostiene Asián. “El equipo tuvo actitud, pero le faltó calidad y estuvimos atenazados”, agrega el entrenador de un Algeciras que no tiene nada que perder y que saltará a Can Misses a echar el resto. “Vamos a vaciarnos”, aclara
“Con el Ibiza nos cogió un poquito ‘tonta'”, afirma el entrenador, queriendo decir que en el Nuevo Mirador su equipo no ofreció su mejor versión, aunque, eso sí, sostiene que sus jugadores tienen “lo que hay que tener para darle la vuelta al marcador y si no vamos a morir con las botas puestas”. El míster del Algeciras, asimismo, recuerda que a lo largo de la temporada, el grupo que dirige ha jugado “en campos peores que el de Can Misses y ante rivales iguales que el Ibiza”, habiendo salido victoriosos. “Un gol podemos meterlo en cualquier momento”, indica Asián, que confirma la baja definitiva del goleador Albertito.
“Me gustaría pasar la eliminatoria por los jugadores porque no tengo palabras después de lo del domingo”, añade el técnico albirrojo, a quien no le importa dejar de entrenar al Algeciras con tal de eliminar al Ibiza. Y es que Asián tiene un gran pesar por cómo jugó su equipo ante los de Rufete en el Nuevo Mirador. “No dimos la talla que tuvimos que dar, pero no por actitud, ganas ni ilusión si no que nos faltó calidad; estuvimos muy engarrotados y no fuimos nosotros. Y no cabe duda que la culpa la tengo yo”, concluye el preparador.