Si el primer equipo brilla con luz propia en Tercera División, el equipo filial del Ibiza no quiere ser menos y también deslumbra en el campeonato juvenil Preferente, donde lidera la tabla con 36 puntos, a uno de la Peña Deportiva B, segunda y el San Carlos, tercero. Pocos aficionados apostaban por el conjunto unionista después de su mal comienzo de Liga, pero con el paso de las jornadas ha ido de menos a más hasta hacerse fuerte y depender de sí mismo para entonar el alirón y ascender a Liga Nacional a falta de cuatro partidos para que el torneo insular eche el telón.
Pese a todo, la escuadra de Vila, que ha ganado 11 partidos, empatado 3 y perdido 2, con 77 goles a favor y 17 en contra, no tiene ante sí un final de campeonato plácido. La fecha que viene visita a la Penya Blanc i Blava B y la siguiente se enfrenta en el Kiko Serra al Sant Jordi, dos partidos muy exigentes que pondrán a prueba la fiabilidad de un grupo que cierra el campeonato ante el San Agustín, en Can Misses y frente al San Rafael, en Sa Creu. “Dependemos de nosotros mismos, pero tenemos que estar muy serios en estos últimos cuatro enfrentamientos si queremos ganar la Liga”, avisa el joven técnico Jordi Riera, que se muestra muy orgulloso de la progresión de sus jugadores, casi todos de primer y segundo año.
“La verdad es que el equipo ha mostrado mucha madurez; cuando la situación no era tan bonita no ha bajado los brazos y ha sabido fortalecerse. Ahora, tenemos el premio del título a tiro y trataremos de no fallar para poder subir de categoría, una meta que no estaba planificada a principios de temporada pero que vamos a intentar que no se nos escape”, afirma el estratega, que alaba el compromiso y la actitud de sus jugadores. “Están muy centrados e ilusionados ante la gran oportunidad que se presenta. No es fácil subir a Liga Nacional y estamos cerca de lograrlo”, sostiene el entrenador de un equipo de grandes jugadores, casos de Ferrán, Justo, Gino y Alexis, entre otros.