Mísero empate sin goles que no sirve ni al Atlético Baleares ni a la Peña para dar un paso hacia la permanencia en la categoría de bronce del fútbol nacional. El exceso de respeto, la falta de gol y las carencias futbolísticas en general de los dos protagonistas ha desembocado en un partido rácano que ha terminado como empezó, con 0 a 0 en el marcador del estadio de Son Malferit.
La primera parte pasó sin pena ni gloria, con más nervios y precipitación que juego y ocasiones, una sola por bando en total. La primera para la Peña, con un tiro lejano de Bernal que Aulestia atajó sin complicaciones en el minuto 16; la segunda para el Baleares, en un remate del central mallorquín Guillem Vallori a saque de esquina en el 28 que también acabó en nada. El dominio fue para los de casa, que llevaron la iniciativa pero carecieron de profundidad. Los peñistas se hicieron fuertes atrás y eso les limitó de medio campo en adelante, donde cada pase bien dado era un parto.
Ni uno ni otro era capaz de poner en aprietos a la defensa rival y los porteros tuvieron poco trabajo en el primer acto del derbi, en el que el respeto y el miedo a perder se notó desde el primer segundo. Los dos protagonistas eran plenamente conscientes de que una derrota era fatal para sus intereses y no arriesgaron ni lo más mínimo en un primer tiempo en el que la Peña se vio obligada a sustituir por lesión a Marc de Val por Rueda, quien dio equilibrio al centro del campo.
Poco o nada cambió el partido en el inicio del segundo tiempo. El juego transcurría en la zona ancha, con llegadas en cuentagotas a las áreas y ninguna con marchamo de gol. El empate no le valía a ninguno de los dos para escalar desde las profundidades de la tabla hacia la superficie de la salvación, pero solo en el último cuarto de hora se notó algo de ambición. Justo en el minuto 75 Bernal probaba de nuevo suerte en el segundo tiro propio y de su equipo en lo que iba de encuentro. El chut, sin embargo, acabó en las manos del portero.
Solo en el tramo final se animó el derbi en cuanto a llegas a portería. Así, solo dos minutos después del tiro de Bernal, éste puso el balón precisión quirúrgica en la cabeza de Borja Navarro en una falta que fue bien culminada por el zaguero completamente solo. A renglón seguido, el habilidoso Hugo Díaz la tuvo para el Baleares, pero su disparo se marchó desviado cuando lo tenía todo a favor. Se fue arriba el Baleares en el tramo final y embotelló a la Peña, que cuando recuperaba salía a la contra, aunque sin claridad. Al final, empate que no satisface a ninguno de los dos, que con este resultado se aproximan un poco más al precipicio.