El Formentera ha visto frenada en el Rico Pérez su buena dinámica de juego y resultados, que le había permitido sumar cinco puntos en los últimos tres partidos, por culpa de un gol en el tiempo añadido de Alejandro Tarí, dando el triunfo al Hércules cuando los de Juan Arsenal ya se veían con un dígito en el zurrón. Los formenterenses han firmado un buen partido en tierras alicantinas, pero la suerte ha dado la espalda a un plantel que cae a los puestos de descenso directo con 31 puntos cuando restan 9 jornadas para que concluya el campeonato. La salvación se encuentra ahora a dos puntos, una distancia que tratarán de recortar los rojinegros la próxima fecha, en el encuentro que les mide al líder Mallorca B en Son Moix.
noudiari.es Las cuentas de la permanencia son cada vez más complicadas para el Formentera. La derrota del conjunto de Juan Arsenal en el campo del Hércules de Alicante, que ha llegado en tiempo de descuento por mediación Alejandro Tarí (1-0), devuelven al cuadro formenterense a las posiciones de descenso directo y los grises de la tormenta se ciernen sobre su futuro.
La forma en la que se ha producido el traspiés del equipo de la pitiusa menor es todo un golpe a la moral de un grupo que saltó al campo despojado de cualquier complejo y trató a su rival, de mayor envergadura económica y social, de tú a tú. Corrió riesgos, pero también creó peligro y puso en aprietos a su adversario por momentos.
También pudo encajar gol a lo largo de los 90 minutos, pero la defensa, el portero y el entramadodispuesto por Arsenal en el centro del campo retuvieron el ímpetu de los locales. Sin embargo, cuando el encuentro parecía condenado al empate sin goles y el cuadro formenterense daba por bueno el resultado, llegó el mazazo, el tanto del Hércules.
El Formentera vio cómo todo el trabajo y esfuerzo realizado se iba de repente por la alcantarilla cuando un punto era todo un premio en vista del rival, las urgencias y la frágil situación moral en la que el equipo deambula por la cuerda floja de una categoría en la que quiere mantenerse en su primera experiencia como club. Las matemáticas le sitúan hoy en posiciones de descenso, pero la salvación no está demasiado lejos, menos teniendo en cuenta que aún restan 27 puntos en juego, nueve jornadas.
Ahora mismo los jugadores que entrena Juan Arsenal se encuentran a solo dos puntos del Olot, el primer equipo de la parte de abajo que está fuera de descenso y play-out. Esa es la meta, el objetivo y el punto de mira en el que se ha fijado el cuadro insular, que sabe que todavía todo depende de él y de lo que sea capaz de hacer en el tramo final de la competición.
No debe olvidar el Formentera que en su pasado reciente ha logrado cotas mucho más altas que las que se le presentan de ahora en adelante esta campaña. Que eliminó de la Copa al Athletic Club y que aunque de ese equipo falten ahora algunos jugadores importantes, una o dos piezas no ganan una partida. Lo que logró el cuadro de la menor de las Pitiüses en la competición del k. o. lo hizo en grupo, la única manera que existe en este deporte para ganar partidos y alcanzar sueños.
La semana que viene tiene el Formentera un duro hueso que roer. Visita al líder, al Mallorca, un equipo que lidera la competición pero que anda justo de imaginación y juego. Aunque esta jornada ha sacado un valioso empate del feudo del Villarreal, segundo clasificado, el juego de los catellonenses ha sido muy superior al de los mallorquinistas, a los que se puede ganar, por qué no. Si se venció en San Mamés, cómo no va a ser posible hacerlo en Son Moix.
En esto es en lo que debe pensar el cuadro formenterense, ávido de retos que sumar a una temporada en la que, sin duda, la permanencia supondría una guinda insuperable para un recién llegado a la categoría de bronce del fútbol nacional.