Pablo Sierra del Sol Moha Jami (Rabat, 1996) llegó a Formentera siendo un bebé. Allí aprendió a jugar a fútbol y tuvo la suerte de subir al equipo sénior de la isla a una edad muy precoz. Con 21 años, afronta en el Mallorca B su quinta temporada en Tercera División. Entre medias estuvo dos años en la Peña Deportiva a las órdenes de Dani Mori. En Palma intenta ganarse un hueco en el once de Pepe Gálvez, el principal escollo de la UD Ibiza para cantar el alirón. Acabar primero da la opción de jugar una fase de ascenso directo, un premio demasiado jugoso como para que mallorquinistas e ibicencos, dos escuadras diseñadas para ascender sí o sí, renuncien a él.
–¿Cómo se está viviendo en Son Bibiloni la rivalidad con la UD Ibiza?
–Está siendo muy positivo ese pique para nosotros. El nivel que le está dando el Ibiza a la Tercera nos está curtiendo. La competición no es sencilla. Puedes hacer los mejores fichajes, pero luego tienes que ir a jugar a campos pequeños contra equipos muy trabajados que saben perfectamente lo que tienen que hacer. Nosotros estamos sufriendo fuera de casa. En Son Bibiloni no tenemos problemas para ganar.
–¿Qué has aportado a la plantilla del Mallorca B?
–Un filial necesita gente experta, que sepa hacer piña dentro del vestuario. Yo estaba acostumbrado a jugar con futbolistas más mayores y, fichar por el Mallorca B, ha sido como volver a sentirme juvenil. Intento aportar toda la experiencia que cogí en el Formentera y la Peña, donde jugué 34 partidos entre las dos últimas temporadas.
–¿Qué tal la experiencia de entrenar con el primer equipo?
–Es un premio. Y no es fácil de conseguir. Tampoco es fácil ser titular indiscutible. Pepe Gálvez es un entrenador muy honesto, de los que saben sacar el máximo rendimiento al futbolista porque es justo con todo el mundo. Está repartiendo muy bien los minutos y tiene muy en cuenta los méritos de cada uno. Con Gálvez sabes que si un día apuesta por ti y estás bien volverás a ser titular el domingo siguiente. Pero no puedes fallar. El Mallorca B solamente tiene un objetivo: ser campeones de Liga y conseguir luego el ascenso. Se nos exige lo mismo que al primer equipo en Segunda B.
–El Ibiza os lleva dos puntos de ventaja y el 22 de abril visitáis Can Misses. ¿Será clave ese partido para el título? Luego solo quedarán nueve puntos en juego.
–Ese partido va a ser muy bonito de ver. Estoy seguro de que habrá gente de Mallorca que viaje a Ibiza para animarnos y que muchísimos ibicencos van a ir verlo a Can Misses. En la primera vuelta les ganamos 2 a 0, pero ahora la historia será muy diferente. El Ibiza se ha reforzado muy bien para el tramo final, nosotros también hemos fichado y los dos equipos nos jugamos muchísimo. Están dos puntos por delante ahora mismo y en ese partido no se puede fallar porque el primer puesto se va a decidir por muy poco margen.
–¿Cómo ves a la Peña Deportiva? ¿Crees que se salvarán?
–Confío en que se salven. Me alegró mucho que los resultados empezaran a llegar en la segunda vuelta. Lo que pasó en Elche el domingo fue una pena porque la Peña estaba compitiendo muy bien y pocos árbitros pitan ese tipo de penaltis. Fue demasiado riguroso y le impidió a la Peña puntuar en uno de los campos más complicados de la categoría. Hablo mucho con varios de mis ex compañeros. Dejé muy buenos amigos en ese club y le deseo lo mejor a Dani Mori. Él quería que me quedara cuando se confirmó el ascenso en los despachos, pero ya me había comprometido con el Mallorca para ir al filial.Sería precioso que celebraran la permanencia.
–¿Fue difícil salir del Formentera con solamente 19 años para irte a un rival directo como la Peña?
–No. La razón fueron los estudios. Los puse por delante del fútbol. A día de hoy sigo estudiando: estoy haciendo un grado superior de Educación Física. En Formentera no hay opciones cuando acabas el instituto y compaginar las clases en Ibiza con los entrenamientos en Sant Francesc era muy complicado. Por eso me cambié de isla. Felip Portas, que era el presidente entonces, quería que me quedase. Yo tenía un año cuando mi familia llegó a Formentera desde Marruecos. Me he criado en esa isla y, en el club, he vivido momentos muy bonitos.Muchos de ellos por Luis Elcacho, un entrenador que tuvo las agallas de subirme al primer equipo con solamente diecisiete años y ponerme de titular en un derbi contra la Peña Deportiva. Tampoco me olvidaré de la eliminatoria de campeones para subir a Segunda B que jugamos contra el Peña Sport. En un partido tan importante Elcacho tuvo los cojones de sacarmetambién de titular. No le importó que yo fuese un chaval. No subimos, pero la experiencia fue alucinante. El ascenso a Segunda B fue la espina que se me quedó clavada con el Formentera. He conseguido uno con la Peña porque formé parte de la plantilla durante todo el año y eliminé al Alzira, pero no pude celebrarlo con el Formentera. Ese proyecto se lo merecía y, afortunadamente, el club lo ha podido conseguir más adelante.
–¿Te ha sorprendido lo que ha pasado en el Formentera durante el último mes?
–No. La Copa del Rey ha sido una gesta histórica. ¡Se cargaron al Athletic! Eso les ha puesto en el escaparate. Mucha gente les ha visto jugar y handespertado el interés de equipos más poderosos. Se veía venir que, en cuanto se abriera el mercado, iban a tentar a más de un jugador para que se marchara. Es fácil ponerse en la piel de Fernando Liñán. Tienes 31 años, te queda poco tiempo como futbolista y recibes una oferta tan importante. Cualquiera habría querido irse al Ibiza y es lógico que el Ibiza, un club que está construyendo una estructura súper profesional, se fije en alguien como Liñán. A mí me recuerda a Busquets, por esa capacidad que tiene para ocupar todo el centro del campo y robar y distribuir igual de bien. Es un fichaje muy bueno para el equipo de Toni Amor.
–¿El Formentera terminará salvándose o va a acusar estas bajas, incluida la de Tito García Sanjuán?
–Ojalá termine salvándose. Creo que tiene equipo para ello y aún está fuera del descenso. En cuanto se recupere anímicamente la plantilla los resultados deberían llegar.
–¿Caben tres equipos pitiusos en Segunda B?
–Si me preguntas si quiero que suba el Ibiza, te diré que sí, pero ojo, quiero que suban después de quedar segundos en Liga porque el título lo tenemos que levantar nosotros. Sí creo que pueden convivir los tres en Segunda B. Sería muy positivo para el fútbol de las Pitiusas. El nivel se elevaría y el fútbol de las islas se profesionalizaría. Por lo que sé, el Ibiza como club tiene cosas que recuerdan a lo que estoy viviendo en el Mallorca. Amor conoce bien el Mallorca porque trabajó bastante tiempo en la cantera.
–Pasar de un club modesto como la Peña al Mallorca debe ser un cambio fuerte. Aunque esté en horas bajas, el Mallorca tiene otra dimensión.
–Todo es distinto. Cualquier filial lo es. Estar en un B es una oportunidad fantástica para los jugadores sub 23. Son una especie de universidad para futbolistas jóvenes. Aprendes a manejarte en una ambiente muy profesionalizado, donde casi todo está medido al milímetro. El club nos pone muchas facilidades. Vivo en un piso de Palma con tres compañeros más y nos llevan y traen de casa a la ciudad deportiva. La manera de jugar que tiene el primer equipo condiciona la nuestra. Si Vicente Moreno mete una variante en el sistema, Gálvez intenta hacer lo mismo. Es muy complicado llegar a debutar en Segunda B, pero a todos nos preparan por si llega el momento para hacerlo. Cuando he podido entrenar con ellos, me he quedado con varias cosas, sobre todo fijándome en Javi Bonilla, que también es lateral. Hay futbolistas alucinantes, como Lago Júnior, que ahora está lesionado, pero da gusto ver jugar a Bonilla porque está siempre bien colocado, no necesita correr demasiado para ganar la posición, va bien de cabeza y, encima, mete unos centros buenísimos cuando sube al ataque. Salva Sevilla, evidentemente, es una maravilla de futbolista, tanto en el toque como en la precisión a la hora de golpear a la bola. No te explicas cómo puede estar en Segunda B un tío de su categoría. Con Ariday han hecho un gran fichaje. Y el que es un crack de persona es Abdón Prats. Además de ser un hombre-gol, sabe cómo tratar a los canteranos porque él lo ha sido y no ha tenido nada fácil jugar con el primer equipo.
–¿Tú te ves jugando mucho tiempo en el Mallorca?
–No sé qué será de mi futuro. En un club de tanta exigencia se decidirá si renovamos o no muchos de los futbolistas de la plantilla por el rendimiento que demos en las diez últimas jornadas y el playoff. Yo me centro en cada partido. Me lesioné a principio de temporada y me ha costado entrar, pero he tenido la suerte de ser titular las tres últimas jornadas. Voy paso a paso. A lo que no renuncio es al sueño de tener una carrera como futbolista profesional.