V. R./noudiari.es Fran Núñez, a la salida de un córner y en la última acción del partido, ha dado los tres puntos a la Peña Deportiva en el debri pitiuso de Segunda División B disputado en el campo municipal de deportes de Sant Francesc Xavier, 0-1. La fortuna acabó aliándose con el cuadro de Dani Mori tras un partido discreto en el que se mostró dubitativo y en el que la suerte, con el tiempo cumplido, le hizo un guiño que podría servir como punto de inflexión tras una primera parte del campeonato para olvidar.
La primera parte dejó pocos detalles en las áreas y se debatió bajo el corsé táctico pertrechado por los dos entrenadores, lleno de precauciones y con un respeto máximo hacia el rival. La Peña no conectaba con los jugadores de arriba y los hombres capaces de filtrar un pase con un mínimo de peligro, como Pepe Bernal, deambulaban por el campo muy lejos de donde son capaces de fabricar una jugada de gol.
Tampoco el Formentera se prodigó en exceso en ataque. Más preocupado de lo que ocurría atrás que de lo que pasaba enfrente, el equipo de Tito García Sanjuán trató de pausar el ritmo siempre que pudo, quizá para no desfondarse tras el partido del miércoles de Copa del Rey.
Con este panorama, los dos porteros pasaron prácticamente desapercibidos salvo en dos goles anulados, uno para cada uno, por fuera de juego en los minutos 7 y 13 de partido. Por lo demás fueron meros espectadores de un partido que en los primeros 45 minutos careció por completo de profundidad y de ritmo y en el que los futbolistas de ataque pasaron sin pena ni gloria.
En la segunda parte, en cambio, las hostilidades se desataron casi de inmediato. Bonilla, en el minuto 50, se plantó solo ante el nuevo portero titular de la Peña, Imanol, y éste le adivinó la dirección del chut con el pie en el último instante. A renglón seguido, Nando dispuso de otra clara ocasión para los de casa, aunque su remate de cabeza no tomó ni velocidad ni dirección como para sorprender al portero visitante.
Daba la impresión de que el Formentera no se conformaba con el empate y quería los tres puntos para dar un nuevo paso hacia la salvación ante el colista de la Liga, una Peña a la que, incomprensiblemente, se la veía sin ambición y sin un plan en concreto con que llegar a la meta rival.
Más ritmo
Una subida de Marcos desde el lateral tras una pérdida de balón del Formentera dio la posibilidad de remate a Salinas en el minuto 62, pero su testarazo salió centrado y Contreras detuvo sin problemas. Esas era hasta el momento las únicas armas ofensivas de la Peña, donde cada uno hacía la guerra por su cuenta, sin un manual colectivo del que echar mano de medio campo en adelante que no desembocara en los pies de los centrales.
El partido había ganado ritmo tras el intermedio, pero no llegaba el gol y a falta de 20 minutos para el final, el entrenador local fue valiente y se fue a por el partido. Retiró a un jugador defensivo, Bonilla, para dar entrada a un delantero, Vinicius. Una declaración de intenciones sin ambages que dio un plus ofensivo a su bloque, aunque no surtiera efecto en el marcador.
Ocho minutos después, a doce para el final, el técnico peñista movió también ficha y puso en el campo a Marco Rosa en detrimento de Guille Andrés, aunque el dibujo no variaba un ápice y el equipo no parecía capaz de dar un paso adelante, como si el empate le bastara.
En vista de cómo estaba transcurriendo el partido, daba la impresión de que el marcador no iba a moverse. Sin embargo, la Peña logró la victoria en la última jugada del partido, en un saque de esquina en que el balón cayó al pie a Fran Núñez, que, en el segundo palo, embocó a gol en el minuto 94. Al Formentera no le dio tiempo ni de sacar del centro del campo y los visitantes le devolvía el golpe encajado en Santa Eulària en su debut.