El proyecto deportivo de la Peña Deportiva en su histórica participación en División de Honor no pinta nada bien. El equipo que entrena Raúl Casañ es colista del Grupo 3 con únicamente tres puntos en su casillero después de 10 jornadas disputadas (los conseguidos tras la victoria frente al Bellvitge por 1-0) y sólo ha sido capaz de marcar 5 goles, encajando 23. La salvación, objetivo prioritario de los blancos, se aleja con cada derrota y después de la última, en Manacor (4-0), se encuentra a 8 dígitos, una distancia complicada de alcanzar si no llegan de una vez por todas las victorias.
La escuadra peñista, que se ha reforzado recientemente con el delantero Youssouf y el carrilero Diéguez, necesita urgentemente sumar de tres en tres si no quiere comprometer seriamente la permanencia en la categoría y en el próximo partido, ante el Club Gimnàstica Maresa, el triunfo se antoja obligado, ya que los catalanes son los que marcan la zona de descenso. Una victoria del próximo rival, dejaría a la Peña Deportiva a 11 puntos de la salvación, una cifra que no invita al optimismo y que dejaría muy tocado a un plantel que no puede permitirse mas tropezones si quiere salir a flote.
Alberto Sanchís, uno de los jugadores del equipo, ha analizado la complicada situación que se vive en el vestuario, asegurando que “estamos jodidos, pero tenemos que trabajar duro si queremos sacar esto adelante; nos nos queda otra”. El central, reconvertido por el entrenador Raúl Casañ a mediocentro en los últimos partidos, asegura que en el grupo no se ha arrojado la toalla y que se cree en la reacción. “Pensamos que podemos revertir esta mala dinámica de resultados; el equipo ha competido bien en casi todos los partidos, lo que pasa es que nos cuesta mucho hacer gol y los encajamos con más facilidad”, explica el valenciano.
“Nuestra principal carencia es el gol; es lo que tenemos que trabajar; sólo llevamos 5 tantos, muy poco para sumar puntos. En División de Honor tienes que generar muchas llegadas peligrosas para ver puerta y a la Peña Deportiva le cuesta mucho crear oportunidades claras”, analiza Alberto, quien, pese a todo, no pierde la esperanza y apuesta por un cambio de dinámica. “Darle la vuelta a la tortilla es posible; de hecho, nuestro compañero Jay nos cuenta que la temporada pasada, su equipo, La Cañada, empezó peor que nosotros y al final acabó sumando más de 30 puntos”, sostiene.
“Cada uno de nosotros estamos haciendo autocrítica y tratamos de pulir nuestros defectos para rendir más en el terreno de juego. Tenemos que darlo todo si queremos salvarnos porque aún estamos a tiempo, aunque pueda parecer difícil”, añade Alberto, que asegura que tienen todo el apoyo del staff técnico, de la directiva y de la afición. “El míster confía en nosotros y la gente en general también cree en el equipo. Raúl nos anima a seguir adelante, a tener confianza y trata cada día de motivarnos, de sacar lo mejor de cada uno de nosotros”, apostilla el futbolista. “Un triunfo la jornada que viene nos dará alas y tenemos que lograrlo sí o sí para que las cosas no se compliquen aún más”, finaliza.