@futbolpitiuso El Formentera ha hincado la rodilla por segunda vez consecutiva en el coliseo de San Francisco Javier después de caer por la mínima frente al Ontinyent un partido donde pagó muy caro sus errores, sobre todo con el gol en propia puerta de Kiko en el minuto 24. El rival, sin hacer nada del otro mundo, rentabilizó al máximo sus ocasiones de gol en el primer tiempo y antes del descanso puso tierra de por medio con un nuevo tanto de Monreal, que cabeceó a la red el balón a la salida de un córner. Los visitantes sacaron petróleo de la estrategia. El plantel que entrena Tito García Sanjuán trato de reponerse del adverso marcador en el segundo periodo, pero por más que quiso no pudo ni siguiera igualar el partido. Sólo Nando Quesada, en el 53, logró perforar la portería rival con un golazo que a la postre sería estéril para frustración del bloque rojinegro, que ha comprobado cómo la Segunda División B no admite ningún tipo de desacierto si se quiere puntuar.
Guillem Romaní/noudiari.es La SD Formentera perdió su segundo partido como local en su andadura por Segunda B (1-2) y son dos derrotas en otros tantos encuentros jugados en el Municipal de Formentera, mientras que fuera han cosechado una victoria y un empate. Los de Tito García Sanjuan pagaron su poco juego y nulo acierto ante la portería rival a lo largo de la primera parte, yéndose al descanso con un 0-2 que pesaba como una losa.
Con una grada con bastantes claros aunque entregada, la SD Formentera se vio sorprendida por un equipo muy bien posicionado en el campo, que ejercía una presión muy alta e impedía que los rojinegros salieron con la pelota controlada.
El equipo local era incapaz de trenzar jugadas largas porque perdía el balón con demasiada facilidad, lo que provocaba sustos en defensa aunque de vez en cuando hilvanaban alguna contra veloz como en el minuto 13, cuando Quesada remató alto. Pero sin balón el Formentera no sabe jugar, se aturrulla y va detrás de la pelota, lo que genera fallos posicionales y en el minuto 22, tras dos córners a favor el Ontinyent, una situación complicada provoca el error de Kiko, que marca en propia meta.
Dos minutos después los visitantes pudieron marcar el segundo cuando Keita jr., un excelente jugador, recibió un pase entre líneas a la derecha del ataque y entrando en el área con ventaja, chutó a romper ante Contreras, pero su pelotazo salió a la izquierda del meta local, que estaba vendido. Un minuto después el mismo jugador ponía el ay entre el público. Y esa presión muy arriba volvería a tener frutos, ya que en el minuto 30 Monreal, excelente jugador, remataba desde el borde del área sólo y colocaba un balón inalcanzable a la izquierda de Contreras.
El Formentera estaba tocado pero Riera envió un centro chut que se paseó por el área pequeña sin que nadie pudiera rematar, Fobi envió una gran pelota a Vinicius que Monreal desbarató in extremis y el Ontinyent aún tuvo una nueva ocasión antes del descanso. El Formentera pedía tiempo a gritos y llevaba un par de minutos jugando con 10 ya que Fobi, por segunda vez, tenía que ser atendido en la banda sin que García Sanjuan hiciera calentar a ningún jugador para suplirlo.
Recompensa insuficiente
Como el día del Atlético Baleares, la segunda parte el equipo local fue otro. Más garra, mayor presión en la salida de la pelota y en el minuto 49, la recompensa. Tras dos corners a la dercha de Álvaro Campos, la pelota le llega a Nando Quesada muy escorado a la izquierda de su ataque y lanza un centro chut muy bombeado que traza una parábola imposible para el portero visitante, que ve entrar el balón por su escuadra izquierda.
Parecía que el partido podía cambiar de bando y dos minutos después Riera no acierta a rematar un buen centro de Fobi, totalmente recuperado de sus dolencias, y a continuación los locales tienen dos ocasiones que no se concretan. Porque al Formentera le está faltando gol, la portería rival se le hace pequeña.
Con el baile de cambios, tres por equipo en poco más de 15 minutos, el partido se fue equilibrando, Juan Antonio recibía la única amarilla a un jugador en la primera pelota que tocaba y posteriormente el cancerbero visitante sacaba una mano milagrosa evitando lo que parecía el empate.
Era el minuto 73 y a partir de ahí dominio casi absoluto del Formentera, algunas contras peligrosas de los visitantes, que en los 20 minutos finales abusaron de las pérdidas de tiempo, especialmente el portero, que mereció una cartulina por la lentitud con la que ponía en movimiento el balón.
Hubo una última ocasión, era el minuto 90, pero la pelota no quiso entrar. Álvaro marró el que podía ser un empate que, a tenor de los visto sobre el césped artificial del Campo Municipal de Formentera, no habría hecho justicia al juego visitante.