Pablo Sierra del Sol/noudiari.es Cuando los porteros golean hasta el equipo más modesto puede aspirar a grandes logros. La fábula del Alcudia subió un peldaño más a costa de la Peña Deportiva, destrozada por los dos tantos que Sergio Sanz convirtió en la segunda parte del encuentro que han disputado ambos equipos esta tarde en el Municipal de Santa Eulària. Los goles no serían noticia si el goleador no se hubiera dedicado a evitarlos hasta el pasado verano. Pep Barceló, probablemente uno de los entrenadores más listos de la Tercera, le reclutó del Constancia… para ser el ariete suplente del Alcudia.
La apuesta no le ha salido mal: con los dos de hoy, Sergio lleva ocho en la temporada. Contra la Peña, le bastaron seis minutos para convertir dos ocasiones con la solvencia de los mejores panzers alemanes pese al ’14’ cruyffiano que llevaba a la espalda.
Primero recogió un remate a bocajarro de su compañero Marc Orell para romper el cuero de volea. Después, aprovechó una jugada balón parado para convertir su doblete y hundir a una Peña que comenzó ganando. Cuando Ortiz marcó en el minuto 26 tras recoger un gran centro de Terán parecía que el camino hacia el subcampeonato liguero discurría cuesta abajo. Pero el Alcudia no se rindió y Gálvez, al que apodan El Bicho, en el vestuario mallorquín empataba poco después.
Los peñistas, que habían sido mejores en la primera mitad, se diluyeron con la reanudación. El Alcudia mandó en los segundos 45 minutos y deja a la Peña con la única esperanza de ser tercera. Para ello tendrá que ganar al Rotlet Molinar, un equipo desahuciado que se mueve de derrota en derrota, y esperar que el Poblense pinche precisamente en la cancha del equipo que hoy ganó en Santa Eulària.
Ajeno a las disputas por la segunda posición, el Formentera siguió a lo suyo y se impuso al Collerense por 2-3. La victoria la firmó Dailos con un gol en el 89. Anteriormente marcaron Górriz (para abrir el marcador) y Juan Antonio (encargado de poner el 1-2).
El Alcudia celebró la victoria como si se tratara de un título. La consigna que se cantó en el vestuario fue: “¡Somos el Eibar!” En la zona sagrada de los jugadores y el cuerpo técnico todo eran botes y vivas. Pep Barceló salía un instante de la juerga que habían montado sus futbolistas para resaltar delante de los micrófonos “el partido tan serio” que había hecho su equipo.
“Cuando montamos esta plantilla, tan joven, dije que teníamos el mejor equipo de la historia del Alcudia. Hubo gente que me recomendó que no fuera tan atrevido, pero creo que la temporada que hemos hecho le da la razón a lo que dije”, explicó el entrenador. Según Barceló, el futbolista que más cobra de su plantel gana apenas 200 euros al mes “para pagar los desplazamientos desde Palma”. El equipo entrena tres días por semana y en los desplazamientos suele contar con alguna baja por motivos laborales. Aun así, su juego potente y sin fisuras han hecho de esta piña un rival temible que puede acabar segundo la temporada y soñar con una machada histórica en el playoff.
La cruz era Dani Mori, dolido por acabar su tercera fase regular al frente de la Peña con una derrota en un encuentro crucial. “No hemos sabido sobreponernos a los dos palos consecutivo que recibimos. Con dos disparos a puerta nos han hecho dos goles. En la primera parte supimos encontrar los espacios que sabíamos que iban a dejar a su espalda. En la segunda mitad nos faltó frescura, pero cuando teníamos el partido controlado, el Alcudia nos marcó a la contra”, dijo el míster asturiano en la sala de prensa peñista.
El objetivo de Mori es que el equipo levante la cabeza en la última semana liguera. A la tercera plaza, eso sí, parece renunciar: “Lo más normal es que seamos cuartos”. Tampoco le dio importancia a perder la posibilidad de subir de forma administrativa al ser subcampeones, opción que mencionó Barceló, si el Mallorca acaba descendiendo a Segunda B y, con esa pérdida de categoría, arrastra a su filial a Tercera División. Mori prefirió avisar al segundo clasificado de otro grupo que les puede tocar en la primera ronda de playoff: “Si quedamos cuartos, que se preparen”.