Pablo Sierra del Sol/noudiari.es Débil la imagen que deja el Campos en su visita a Sant Rafel. Los de Vicente Román han pasado por encima de los mallorquines sin tener que jugar al máximo de sus posibilidades. Quince minutos le bastaron al equipo local para enchufar dos goles y dejar encarrilado un partido que no se complicó pese a jugar sesenta minutos con un hombre menos en el césped. Primero Carboneras, rematando con el pie un saque de esquina, y después Fernando, de implacable cabezazo en una segunda jugada, pusieron por delante al Sant Rafel.
Juanfran celebró el 3-0, pero el colegiado lo anuló por fuera de juego. Inmediatamente después, el máximo goleador de los rafelers en lo que va de campeonato vio la roja directa tras intercambiar unas palabras con el trencilla. El club estará atento esta semana a la posible sanción que le pueda caer a Juanfran. Sin embargo, el Campos fue siempre un conjunto timorato. Pese a gozar de superioridad no se descolgó a buscar la portería de Hortal. Sus ocasiones fueron mínimas.
Viendo que el rival no le atosigaba, el Sant Rafel decidió atacar para ampliar la renta. Íñigo Iturralde culminó una buena jugada de su equipo y colocó el 3-0 en el 59. Los mallorquines estaban totalmente entregados a unos blues que volvían a recuperar sus mejores sensaciones, las que les hicieron rozar matemáticamente la cuarta plaza en diciembre.
Manu Cabezuelo, que hoy jugó de titular, se apuntó el cuarto tras firmar un tanto parecido al que el hizo a la Peña recientemente: culminando con habilidad y sangre fría un contragolpe. Quedaba casi media hora y el Sant Rafel, aunque no renunció al repóquer, respetó al adversario.
El Campos sacó a relucir un gramo de vergüenza torera e intentó crear algo de fútbol cuando todo estaba perdido. Pero ni por esas. Los hombres de Miki Arjona dejaron sin gastar una bala en su lucha por la permanencia mientras que los efectivos de Vicente Román siguen sin renunciar a la lucha por el playoff.