R. Sundaysson Cuando comenzó a darle patadas a una pelota de fútbol sala en su niñez, Carlos Gómez San Jerónimo (Valencia, 27/09/1979) nunca pudo imaginar que lo seguiría haciendo de forma ininterrumpida como deportista profesional de ese deporte durante los siguientes 30 años de su vida. Ahora, el exjugador de Vijusa Valencia, Gasifred (club del que también fue entrenador), Atlético Isleño, Formentera y San Pablo-Eivissa, no sin meditarlo mucho, considera que le ha llegado la hora de cerrar su etapa deportiva en las pistas y el momento oportuno para colgar las botas.
“Llevo desde los 7 años en el mundo del fútbol sala y en menos de una semana cumpliré los 37 años. He tenido hace poco a mi segunda hija y con dos pequeñajas en casa se notan más las ocupaciones de ser padre. Además, no me he acabado de recuperar del todo de una lesión de isquios del año pasado. Por eso, aunque cuesta lo suyo tomar la decisión, creo que es hora de retirarme y de quedarme con unos grandes recuerdos”, declaró Carlos Gómez.
El valenciano, considerado como uno de los mejores jugadores de toda la historia del Gasifred y máximo exponente de la época dorada del conjunto ibicenco, con el que vivió dos ascensos a División de Plata y varias temporadas en la segunda categoría del fútbol sala español, señaló que “lo más importante de todo es la cantidad de amigos que he hecho por toda España y también con muchos compañeros de Brasil con los que sigo manteniendo contacto a través de las redes sociales. Siempre guardaré muy buenos recuerdos de la convivencia, de las relaciones y de las experiencias que he tenido con los compañeros”. Y subrayó en tono jocoso que “aquí, en Baleares, debido al tema de los viajes para jugar los partidos hemos pasado más tiempo fuera de casa con los compañeros de equipo, como se suele decir, que con nuestras parejas”.
Después de tres décadas dedicado en cuerpo y alma al fútbol sala, Carlos Gómez es una voz reconocida para hablar de la evolución que ha vivido este deporte en nuestro país a lo largo de los últimos años. En este sentido, el veterano cierre apuntó que “el fútbol sala es un deporte cada vez más conocido a nivel mundial. Antes, quizás, el juego era más técnico y destacaban los jugadores que eran más habilidosos con la pelota. Ahora creo que es más físico, que hay más contacto y que los jugadores que son más fuertes o corpulentos tienen algo de ventaja”.
En lo que se refiere a la promoción de jugadores jóvenes de la isla de cara al futuro, Carlos Gómez, maestro de profesión, indicó que “el tema de las escuelas de fútbol sala para niños es ideal para los chavales a nivel educativo. En la isla parece que hay una cultura muy fuerte de jugar a fútbol antes que a fútbol sala. El fútbol tiene mucha más fuerza para atraer a los chavales que empiezan a jugar, aunque, después, veas algunas veces que hay niños que casi no tocan el balón en los partidos. Aspectos como el trabajo colectivo o la convivencia pienso que se trabajan mucho mejor a esas edades con el fútbol sala”.
En cuanto al año de sus ex equipos ibicencos en la competición en Tercera división, el levantino destacó que “para el San Pablo el primer objetivo será no bajar y quedar lo mejor posible. El año pasado nos faltó fondo de banquillo para las rotaciones y eso el equipo acabó notándolo. Con trabajo y con su filosofía de tener una buena defensa y jugar ordenados pueden salvar la categoría sin problemas”. Asimismo, Carlos Gómez comentó que “en Gasifred conozco a todos sus integrantes muy bien. Es un equipo que siempre debe optar al título. Si tienen suerte con las lesiones deben ser claros candidatos a pelear por el campeonato”.