Paco Natera Salvo milagro, el Atlético Jesús ha dicho adiós a su aventura en Liga Nacional. A falta de cuatro jornadas para la conclusión, al conjunto rojiblanco, que se encuentra a siete puntos de los puestos de salvación, únicamente le sustentan las matemáticas en el torneo autonómico. El plantel que entrena Mariano Díez hace muchas jornadas que tiró la toalla y domingo a domingo ha ido cavando su propia tumba.
La fuga de jugadores ha sido uno de los lastres que ha sido incapaz de superar el técnico Mariano Díez. A principios de temporada, Cristian y Carlos dijeron adiós por motivos laborales. Además, otros compañeros salieron del club por no comulgar con el míster. Pumu, Vicent y Chiketete se tiraron del barco y provocaron una vía de agua irreparable. Y con el equipo naufragando, Juanjo y Redondo firmaron por la Penya Blanc i Blava.
El vestuario está roto; muchas futbolistas van a lo suyo y la unidad brilla por su ausencia. Incluso, algunos jugadores han optado por no ir a entrenar. Con este panorama, algunos compañeros encaran los últimos cuatro partidos sin fe, desmotivados y pensando ya en las vacaciones. El Atlético Jesús ha dejado de creer en la salvación y se encuentra a merced de su propio destino.
Víctor Sánchez es una de las voces autorizadas del equipo. Formado en la cantera rojiblanca, presencia, impotente, el derrumbe de un proyecto que arrancó con ilusión. Al futbolista, además, no le ha temblado la voz a la hora de hablar de falta de compromiso en el grupo. “Nuestro comportamiento no está siendo el mejor. Nos falta ritmo, sangre y sobre todo, muchos entrenamientos porque muchos ya no vienen”, comenta.
El jugador ve “muy cruda” la situación actual del Atlético Jesús. “Salvarnos es prácticamente imposible y la verdad es que es una pena, una grandísima pena. Llevo toda la vida en el club y me duelo mucho lo que está pasando porque quiero lo mejor para el equipo y éste se ha partido, se ha roto”, añade un Víctor Sánchez que considera que la baja de jugadores importantes ha tenido mucha culpa en la mala dinámica del bloque.
“El adiós de compañeros provocó desmotivación. No hemos puesto las mismas ganas que al principio ni tampoco hemos tenido ilusión por tratar de revertir la situación”, agrega el goleador, que, sin pelos en la lengua, añade: “Algunos jugadores intentamos hacer piña y hacernos fuertes en los malos momentos, pero no hubo manera. O somos todos o nos somos ninguno. Muchos han ido a su royo y ha faltado actitud y compañerismo”.
Lo que más fastidia a Víctor Sánchez es que se construyó un plantel de garantías para lograr la permanencia sin tanto sufrimiento. “A mi parecer teníamos un buen equipo a principio de campaña, pero desgraciadamente decimos adiós a la Liga Nacional”, apunta el futbolista, que culpa a todos los estamentos del club por la triste y agonizante situación del Atlético Jesús en el torneo balear.
“Nadie ha sabido reconducir esta situación; ha habido un fallo muy grande. Debería haber habido cambios desde el día que se veía que el equipo no carburaba. Desde nosotros, los jugadores, hasta la directiva tenemos mucho que ver en cómo nos encontramos en el campeonato”, afirma un Víctor Sánchez que prefiere no mojarse al ser preguntado por qués es lo que, a su juicio, tendría que haber cambiado.
Y a ti humildad