Paco Natera El Ciudad de Ibiza cuenta en sus filas esta temporada con tres futbolistas nacidos en Senegal. Los hermanos Armando y Justin y el amigo de ambos, Mountaga, ponen en el vestuario del líder de la Liga Interpueblos el acento africano, así como calidad y músculo
al centro del campo. El exjugador del Formentera, todo un veterano, ejerce de padre de los dos juveniles fuera y dentro del campo, ya que los chavales viven en Ibiza solos.
“La verdad es que es un placer poder compartir equipo con mi hermano Justin y con Moutanga, al que también considero como de mi familia”, explica el experimentado futbolista, que se considera muy afortunado por defender el escudo del club ibicenco. “Es un privilegio para nosotros jugar en en el Ciudad de Ibiza y la verdad es que estamos muy agradecidos por lo bien que se está portando el club con nosotros tres”, añade.
Armando, además de ser el papá de un preciosa niña, también cuida y se preocupa por Justin y Mountaga, quienes, a pesar de tener 18 años, no dejan de ser dos jóvenes recién aterrizados en un país extranjero. “Yo resido en Formentera con mi mujer y mi nena y ellos viven en Ibiza, en un piso. Aquí no tienen familia; únicamente me tienen a mí, así que hago de padre, de hermano y de amigo con los dos”, sostiene el futbolista, que está encantado de cuidar a ambos chicos.
Pero el mediocentro también protege y enseña a Justin y a Mountaga sobre la hierba. “Trato de enseñarles todo lo que me ha aportado el fútbol durante todos esto años. Intento asesorarles y aconsejarles”, indica un Armando que recuerda con mucha emoción el día que coincidió con sus dos ‘hijos’ en el campo en un partido. “Fue este verano, en pretemporada. Nos enfrentamos al Portmany y la verdad es que fue algo muy grande para mí; fue un día muy especial para mí”, afirma con nostalgia el jugador.
Pero fue el único partido que pudo disfrutar junto a los dos cracks del City, ya que su hermano Justin sufrió poco después una lesión de rodilla que todavía le mantiene en el dique seco. “Ahora coincido con Mountaga, pero confío en que mi hermano se recupere pronto porque mi único deseo es que volvamos a saltar al campo los tres. A ver si para la Preferente Justin ya está bien”, apostilla Armando. “Ojalá pudiéramos ascender a Tercera División; sería un sueño hecho realidad”, añade.
La vida como futbolista de Armando llega a su fin. El senegalés asegura que quiere colgar las botas al final de temporada. “Es verdad que físicamente me encuentro bien, pero las ganas ya no son las mismas, así que lo más seguro es que deje el fútbol. Por eso me encantaría poner el broche de oro a mi carrera deportiva subiendo con el Ciudad de Ibiza junto a mis hermanos”, comenta. “Voy a dejarme la piel para ayudar al equipo a cumplir los objetivos”, prosigue el centrocampista.
Mountaga se muestra muy feliz por la protección que le brinda Armando. El chaval ha encontrado en el mediocentro al padre que dejó en Senegal cuando vino a España para probar con el Málaga. “Es una gran persona. Siempre está pendiente de nosotros y la verdad es que soy muy afortunado por tenerle cerca”, asegura la perla del Ciudad de Ibiza, que trata de beneficiarse de la experiencia en el fútbol de su padre adoptivo. “Es un crack; siempre intento aprender de él. Sabe mucho y todos los consejos que me da los tengo muy en cuenta”, indica.
Justin también está encantado de tener cerca a Armando. Sobre todo en los duros momentos que le está tocando vivir por mor de la lesión. El jugador tiene fastidiada su rodilla derecha y no acaba de recuperarse. “A ver si salgo ya adelante”, comenta resignado un joven que sueña con volver a pisar un terreno de juego. “Ha pasado ya mucho tiempo y la verdad es que tengo unas ganas enormes de reaparecer con el equipo”, añade. “Mi hermano me apoya mucho en estos duros momentos y valoro mucho su calor”, asegura.
“Armando lo es todo para mí en Ibiza y le quiero mucho. También sueño con volver a coincidir con él y con Mountaga en un mismo partido y confío que ese día llegará pronto”, explica el futbolista, que no deja de ir a los entrenamientos del equipo. Y es que Justin vive el fútbol con mucha intensidad y, aunque no pueda jugar partidos, para él es importante hacer piña y sentirse como uno más del plantel que lidera de manera brillante la Liga Interpueblos.