Paco Natera A finales de los años 70, la extinta SD Ibiza se reforzó para su proyecto en Segunda B con José Antonio Reales, un mediocentro que llegó a la isla procedente del Portuense. El futbolista de Rota firmó dos grandes temporadas en el campo de la Calle Canarias y muchos aficionados todavía recuerdan la raza y el pundonor del gaditano. Más de 35 años después, su hijo también llamado José Antonio, está dispuesto a que se repita la historia, aunque esta vez en el Ciudad de Ibiza y en el estadio Can Misses.
El nuevo refuerzo del City es un roteño de 30 años y 1.85 metros que se comprometió con Ibon Begoña después de intentar fichar en el Formentera. A Luis Elcacho le gustaba el defensa, pero no disponía de fichas, así que decidió enrolarse al proyecto deportivo del equipo ibicenco. Reales, procedente del CD Rota, debutó hace dos jornadas, ante el Portmany y tuvo el estreno soñado, ya que metió el gol de la victoria (1-2).
La adaptación del defensor está siendo buena y rápida. En este sentido, el jugador explica que “está yendo a pasos agigantados, ya que compañeros como Lolo, Armando o Adrián Ramos me están ayudando mucho”. Reales añade: “En el club me han recibido con los brazos abiertos y así todo es mucho más fácil. La verdad es que estoy contento a nivel personal por como está saliendo todo”.
El central, preguntado por los motivos que le han movido a la hora probar fortuna en el fútbol pitiuso, sostiene: “Ibiza siempre me ha encantado, ya que he pasado mis vacaciones durante los últimos cuatro años, pero, sobre todo, quería jugar en la isla porque también lo hizo mi padre. Quiero seguir sus pasos y al no poder firmar en el Formentera, me animé por el Ciudad de Ibiza después de que Armando me hablara tan bien del proyecto, serio y ambicioso. No lo dudé ni un segundo”.
Reales ha jugado las últimas campañas en la Primera Andaluza, una liga más exigente que la Interpueblos. El futbolista, no obstante, opina que el torneo doméstico no es ningún paseo. “Llevo poco jugando, pero puedo decir que los dos equipos con los que me he enfrentado, el Portmany y el CD Ibiza, eran competitivos. También me parece un gran rival el Formentera B, al cual conozco muy bien”, indica.
El zaguero está convencido que ha recalado en un gran club. De hecho comenta que el Ciudad de Ibiza “es ambicioso y tiene muchas ganas de crecer para devolver a la ciudad un equipo donde merece, que es la Tercera División”. Y Reales ha llegado para aportar su granito de arena al atractivo reto que lidera Ibon Begoña. “Mi objetivo personal es ser importante para el grupo, aportar mi experiencia y, sobre todo, subir de categoría. Creo que tenemos plantilla para lograr la gesta y lo vamos a dar todo”, apostilla.
El nuevo fichaje del City ha encajado muy bien con el míster, del que opina que “es cercano y se preocupa mucho por nosotros, los jugadores”. “Es ambicioso y sabe el potencial que tiene en el vestuario por eso nos exige lo máximo a cada uno. Pienso que sabe muy bien lo que hace y cómo lo hace”, añade Reales, que está tremendamente agradecido a toda la familia del Ciudad de Ibiza. “El trato que he recibido ha sido exquisito. Compañeros, cuerpo técnico y directivos se han volcado conmigo”, asegura.
“No tenemos Ramosdependencia”
Tras la marcha de Álvaro, el Ciudad de Ibiza sólo cuenta con Ramos como goleador puro. La pasada jornada, ante el CD Ibiza Islas Pitiusas, el equipo de Ibon Begoña perdió 0-1, siendo el único partido donde el plantel acabó sin marcar. La ausencia del 9, sancionado, pasó factura, pero Reales no cree que el grupo tenga dependencia de él. “Está claro no contar con un buen jugador como Ramos se nota, pero no creo que tengamos Ramosdependencia”, apunta. “El no haber conseguido un gol es algo anecdótico ya que tuvimos claras ocasiones, como un penalti fallado y dos palos. Lo preocupante hubiese sido no generar oportunidades y no fue el caso. Eso sí, está claro que con Ramos, el equipo es mucho más fuerte”, sostiene.
Su perfil
Reales es un jugador fundamental para cualquier equipo. El fútbol es comunicación, concentración, ganas, ímpetu, intensidad, ilusión, coraje… Y estos términos definen a la perfección al defensa, que vive el deporte rey como nadie y anima y convence a los compañeros que los objetivos pueden lograrse. Hablar dentro del campo, la colocación, el saber estar, un buen trato del balón y rapidez en el corte son son puntos fuertes. En definitiva, se trata de un futbolista muy completo, en el vestuario y sobre la hierba.