David Alba El frío húmedo empieza a levantarse cuando cae la noche. Las bromas tras los duros entrenamientos de pretemporada han acabado. Este fin de semana llega el invierno a la Regional y los clubes, como en la ficción de la HBO, ya tienen preparadas sus armas para hacerse con el Trono de Hierro. En Can Misses se han formado los ejércitos más poderosos de la categoría. Sin embargo, a priori pocos podrán discutir la superioridad del Ciudad de Ibiza para coronarse al final de temporada tras desaparecer, en la bruma, el Sant Jordi campeón de Tortosa. De todas formas, las tropas del ‘city’ -que mantienen prácticamente todos sus efectivos y se han reforzado con las incorporaciones de Adrián Ramos y de Armando entre otros-, han cambiado de comandante a pie de campo. El mismísimo Ibon Begoña dirigirá las operaciones en la primera línea para intentar asegurar el ascenso este año. Probablemente el curso que viene lo tendrá más difícil.
La urgencia por ascender esta campaña es debida a la aparición de un poderoso hechicero del continente que ha resucitado a la UD Ibiza-Eivissa. El Ibiza de Amadeo Salvo pasará una temporada de transición antes de intentar dar el salto a la Tercera Mallorquina (perdón, Balear). Los poderes de Salvo ya consiguieron proteger a un equipo como el Valencia y, ahora, aterran a los generales del CD Ibiza-Islas Pitiusas. En lo extradeportivo, ya han movido a sus tropas para debilitar a su ‘gemelo malvado’ impugnando la inscripción del club de Salvo ante la Federación de Fútbol de las Islas Baleares (FFIB). En lo deportivo, éstos últimos han formado una buena armada y, con probabilidad, serán los que más aprietos pongan al Ciudad de Ibiza esta temporada (con permiso del eterno Portmany). En los partidos que disputen habrá, además, el aliciente de ver cómo planta cara el estratega David Torres a su antiguo club. ¿Habrá venganza?.
Toda esta situación se contempla desde la tranquilidad de la distancia en San Antonio. El decano de la categoría enfrenta una segunda temporada de transición y vive ajeno a las disputas de los Ibizas en Vila. Sin embargo, su espada fue determinante el año pasado y puede volver a serlo en la presente campaña. Por su parte, su vecino, el San Rafael B -escudero del club de Tercera- dependerá, como todos los años, de las necesidades de su señor para competir. El último es el ejército del peligroso Jesús. El equipo de Santa Eulària es siempre un rival incómodo en su feudo y la campaña anterior puso la soga al cuello a más de un favorito. Entre los clubes que no pasaron el corte de la Preferente habría que mencionar al Inter Ibiza. Los ‘novatos’ lograron en su primera participación el título de Primera Regional y será un club más conjuntado que el año pasado. Tiene muchas probabilidades de estar entre los seis primeros este año. Winter is coming.