David Alba El pasado 21 de julio, el técnico Juanma Mulió anunció que no continuaría en el Luchador. La directiva del club, que ya conocía la decisión de antemano, no se opuso. “Pienso que nos hacía falta un cambio a todos y nuevas motivaciones”, explicó el entrenador en una breve publicación en una red social. En ella, además, dio la bienvenida a Carlos Casanova, el nuevo preparador, y agradeció el apoyo de la directiva, de los jugadores y de los seguidores. Dos años de vida dedicados al Luchador. Un club al que considera su “familia”.
Mulió, que no quiso profundizar en las razones de su despedida, espera que su marcha ayude al equipo a recuperar la senda de la competitividad y desea de corazón lo mejor para el conjunto verdiblanco. “Dudo que haya muchos equipos de la isla que cumplan como han cumplido ellos”, ha explicado el míster con humildad y gratitud. Pero a rey muerto, rey puesto.
El joven Carlos Casanova, de 34 años, es el encargado de suplir a Mulió. Y está decidido a recuperar la esencia del Luchador. “Mi equipo tiene que ser un equipo sacrificado -apunta Casanova-. Aquí no hay ni ‘Messis’ ni ‘Iscos’ así que tocará correr y sacrificarse”. Sin embargo, asegura que cuando su equipo tenga la posesión jugará “con criterio y profundidad”. Casanova sabe que es “complicado” postularse como uno de los seis para la Preferente ya que este año habrá “más equipos”. Por este motivo, afirma que “no le quita el sueño” conseguir el ascenso. Está más preocupado por competir cada partido.
Casanova reconoce que aún no tiene claro qué equipo tendrá para lograr los objetivos del club. “Hay un grupo de jugadores que por diferentes motivos no va a continuar así que estamos trabajando para suplir las bajas y armar un equipo lo más pronto posible”, afirma el joven entrenador que, a pesar de que ha trabajado como preparador físico y de segundo en varios equipos -el último, el Portmany-, ésta será su primera experiencia en la liga Regional.
Vanfa eres un grande y te meteras en la liguilla, ole tu jaja