Francisco Natera. Esta mañana, el fútbol pitiuso amanecía con una grata e histórica noticia. La afición de la Pitiusas leía en los medios que Jordi Tur, jugador cadete del San Rafael, había firmado por el Barça juvenil de Liga Nacional para la temporada que viene, convirtiéndose en el primer jugador ibicenco en defender el escudo del club azulgrana. El joven, de 15 años y una de las más firmes promesas del balompié balear, tendrá una oportunidad inmejorable para seguir creciendo en un deporte por el que siente pasión desde niño, cuando empezó en la escuela de la Penya Blanc i Blava.
La perla ibicenca, por quien también han suspirado equipos como el Mallorca o el Valencia, residirá en La Masía, donde continuará con sus estudios, además de disfrutar del fútbol junto a otros compañeros, quienes, al igual que Jordi, buscan triunfar algún día en el primer equipo del Barça. El talentoso centrocampista selló el acuerdo con la entidad catalana el pasado lunes y desde ese día la felicidad ha embargado a un chico humilde donde los haya y que pese al prometedor futuro que le espera mantiene los pies en el suelo.
“Estoy muy contento, la verdad. No puedo decir lo contrario. Jugar en el Barça, mi equipo de toda la vida, es un sueño hecho realidad”, ha indicado Jordi esta tarde, minutos antes de desplazarse al conservatoria de música para participar en un concierto, donde ha tocado el saxo, su segunda gran afición. No obstante, el jugador rafeler, se muestra cauto y prefiere no volverse loco pensando en su fichaje. “Está muy bien poder jugar en el Barcelona; de hecho, es una pasada, pero todavía no he hecho nada y me queda mucho por recorrer. Además, todavía tengo que acabar la temporada en el San Rafael y espero y deseo que podamos ganar la Liga”, indica.
Eso sí, el chaval es consciente de la importancia que supone poder jugar en un club como el culé. “Está claro que he dado un paso muy importante y que muy pocas veces un futbolista tiene la oportunidad de pertenecer al Barça”, explica Jordi, que añade: “Me siento muy afortunado ante esta nueva etapa que se me abre en mi carrera y voy a luchar al máximo para que este sueño dure muchas temporadas y algún día pueda debutar con el primer equipo, que es el sueño de muchos jóvenes como yo”.
El futbolista sabe que a partir de ahora las exigencias deportivas serán máximas, pero matiza que afronta el reto con muchas ganas e ilusión y confía en sus posibilidades para intentar llegar lo más lejos posible. “Por mi parte no va a quedar; lo daré todo y mi intención es seguir aprendiendo. Sé que en La Masía tengo una inmejorable ocasión para continuar formándome”, apunta Jordi, que hace dos temporadas llevó a cabo una prueba con un Real Madrid que, finalmente, no quiso apostar por el ibicenco.
Pero el Barça sí ha visto en el fútbol del interior mucho talento. Los responsables de la base del club catalán han seguido muy de cerca a Jordi, tanto en el pasado Campeonato de España, donde se salió, como en varios partidos de Liga. Era cuestión de tiempo que el rafeler firmara por un grande y así ha sucedido. Quienes conocen a este chaval hablan maravillas de él y, sobre todo, destacan su personalidad y buen carácter. Disciplinado, trabajador, obediente, aplicado, solidario, compañero y humilde. Así es Jordi Tur, un chaval que lo tiene todo para triunfar y que se ha convertido en el espejo donde podrá reflejarse la cantera pitiusa de aquí en adelante.
Mucha suerte Jordi.
ENHORABUENA y en mayúsculas.
En los 70, José Antonio Tur Gonzalez defendió la portería blaugrana juvenil, así que Jordi, bueno sí, pero el primero no. Suerte.