El 2014 le está sentando muy bien al San José, que, tras la victoria en el feudo del Sant Jordi (0-2), ayer volvió a alzarse con el triunfo en el terreno de juego de la Peña Independiente en el partido atrasado correspondiente a la jornada 16. El equipo de Julio García continúa con su particular racha de resultados, sumando siete puntos en las últimas tres jornadas, lo que le permite ostentar el séptimo puesto de la tabla con 24 puntos y mantener sus opciones intactas de cara a meterse entre los seis primeros.
El partido se le puso muy pronto de cara al San José, ya que en el minuto 13, Julen inauguró el marcador para alegría de los suyos. El delantero, ex del Portmany, está cumpliendo con creces en el equipo josepí y ya lleva ocho goles. El conjunto de Juan López trató de igular la contienda, pero no encontró el modo de romper la zaga visitante, sólida y sin fisuras. Al descanso, 0-1.
En el arranque del segundo periodo, el San José asestó un nuevo golpe. Julen volvió a ser protagonista, pero esta vez como asistente, ya que fue él quien puso un balón de gol a Ivan Aledda para que superara con maestría al portero Jesús (m. 48). El italiano, que lleva seis partidos, acumula ya tres golitos.
El plantel naranja abría brecha en el marcador y dejaba tocado a un rival que quería, pero no podía hacer daño, aunque en el 75, Reda sí encontró el camino del gol para recortar diferencias y meter a su equpo en el partido. Aunque fue un espejismo, ya que la Peña Independiente, pese a lanzar balones al área en busca de la gesta, no hacía daño y, encima, se quedó con uno menos tras la expulsión, en el 87, del juvenil Joan Ferrer por doble amarilla.
De todos modos, las fuerzas se igualaron minutos después, puesto que Julen tuvo que ver la ducha antes de hora por una dura entrada a un rival. El estilete se tomó la justicia por su mano y el árbitro le mostró la roja, por lo que el San José pierde a su referente en ataque para el próximo partido, ante el Ciudad de Ibiza. El partido finalizó, además, con una nueva expulsión, la del local José Torres, que vio la segunda cartulina amarilla en el 88.
